Luis Villares ha oficializado ya su intención de concurrir a las primarias de En Marea para convertirse en su candidato a la Xunta. De momento, es el único aspirante, aunque el plazo para presentarse termina el día 9. El magistrado defiende que su decisión es firme independientemente de si finalmente hay acuerdo con Podemos.

-¿Qué metas se plantea? ¿Adelantará En Marea al PSdeG como segunda fuerza ?

-La Marea puede disputarle la primera posición al PP y llevar a cabo un cambio político radical para acabar con la mala gestión a la que nos tiene acostumbrados y anestesiados el Partido Popular.

-¿Para ello cree necesario un acuerdo con Podemos?

-El espacio político de confluencia es la Marea gallega y tiene vocación de hegemonía social. Creemos que, de forma natural, Podemos debe ser integrada, como se integraron otras organizaciones existentes en Galicia que perdieron su visibilidad pública a favor de la nueva organización. Eso es una exigencia social. Era una de las carencias que tenía AGE y las mareas como coalición para las generales.

-Entonces, ¿la fórmula de la coalición electoral no es negociable?

-Si ahora apuntásemos a una coalición entre la Marea y Podemos estaríamos cayendo en el mismo error y habría gente que nos podría acusar de la inexistencia de espacios de actuación conjunta o de adscripción individual al proyecto político que representamos. Hay mucha desafección entre votantes del PP, del PSOE y del BNG y gente que no milita en ningún sitio y nos ve con simpatía. La coalición no nos parece lo más adecuado porque nos retrotrae a la fórmula anterior de En Marea que funcionó electoralmente pero no organizativamente. Por eso, este partido está abierto.

-Pero Podemos insiste en que solo aceptará una coalición...

-Todavía están a tiempo. Hay que respetar sus tiempos internos, que a lo mejor son un poco más lentos que los nuestros. Todo el mundo en este proceso hizo concesiones y fue generoso. Anova, EU y también las mareas renunciaron a sus siglas para verter sus esfuerzos personales y materiales en la nueva organización. A Podemos debemos exigirle lo mismo. Primero por el principio de igualdad y segundo, porque el discurso de Podemos y el del resto de movimientos es el mismo: trabajar en un espacio compartido. Confluir es sinónimo de renunciar. Es necesario generosidad de todas las partes.

-¿Y cree que Podemos hará esa renuncia sin pedir nada a cambio?

-Creo que sí. Actuarán con responsabilidad, con altura de miras y con capacidad de entender que Galicia tiene una dinámica política propia. Hay modelos que pueden ser válidos en Cataluña o en el Estado, pero en Galicia deben acomodarse a la realidad política existente. Por eso construimos, una organización de carácter nacional que se ajuste a esa dinámica política. Nosotros somos la herramienta útil del cambio. Damos fuerza a la confluencia y Podemos debe estar dentro.

-Y si no aceptan, ¿quedaría cojo el proyecto?

-Desde luego quedaría inacabado.

-¿Estaría En Marea dispuesta a hacer alguna cesión a Podemos para atraerlos a su proyecto? Ellos piden visualizar sus siglas y tener más peso en la configuración de las listas.

-El nombre que más visibiliza en Galicia la alternativa al PP es la Marea. Ésa es indiscutiblemente la marca de referencia. Y lo que estamos buscando en las listas electorales no son unas cuotas de quién pertenece a cada tribu sino elegir al mejor de cada casa, al mejor en sanidad, educación, industria o pesca...

-Si concurren finalmente por separado, ¿no les restará eso posibilidades de obtener un buen resultado electoral el 25 de septiembre?

-La gente va a saber cuál es la opción que les permite un cambio real en Galicia.

-El hecho de que usted haya estado vinculado al nacionalismo, ¿cree que favorece un acercamiento con el BNG?

-Representamos un espacio político que cree en el carácter nacional de Galicia y una dinámica política propia. Por eso creo que el espacio que venía ocupando el BNG hasta ahora se va a sentir cada vez más identificado con este proyecto. Por eso es importante, que nos constituyamos como partido porque así nos dotamos de una herramienta gallega, sin distorsiones que nos vinculen a otros actores políticos y con el centro de decisión en Galicia. Eso nos permite dar solución a las incertidumbres que aún tiene alguna gente que viene del nacionalismo alrededor del BNG.