Galicia está viviendo un verano atípico, ya no solo por las altas temperaturas, que el domingo batieron récord históricos, sino por el número consecutivos de días de sol, algo que no es propio del estío gallego, caracterizado por la alternancia de días de calor con varias jornadas seguidas de bajas presiones. Si julio ya fue un mes inhabitual, agosto apunta en la misma dirección.

El causante de esta situación atípica es el anticiclón que normalmente se sitúa entre las islas Azores y las Barbados, que suele afectar a la comunidad gallega en verano, pero que este año lo hace con mayor intensidad ya que su centro, donde acumula la mayor cantidad de aire caliente, se ha desplazado al norte de Galicia e impide que el viento del "nordés" suavice las temperaturas y se estreche el margen entre las mínimas y las máximas.

El anticiclón es una zona de altas presiones de la atmósfera. Así que para intentar compensar las diferentes presiones se produce el viento. Llamamos bajas presiones a las zonas de la atmósfera donde el aire tiende a ascender y es cubierto por otras masas de aire más frío. En el extremo opuesto se sitúan las altas presiones, que son grandes zonas del planeta en las que el aire tiende a descender. En consecuencia, los anticiclones producen es un tiempo estable y, de alguna manera, evita la formación de nubes. "De forma general los anticiclones están asociados al buen tiempo, a una atmósfera donde hay poca nubosidad y a condiciones secas y estables en cuanto a precipitaciones", explica Lino Naranjo desde Meteogalicia.

Existen dos clases de anticiclones: uno vinculado al aire frío y otro al aire cálido. Los primeros nos afectan en invierno, como el aire es más frío y, por consiguiente, más denso, dejan cielos despejados con temperaturas muy frías; se forman por un problema térmico: el aire ha pasado por zonas muy frías y, como pesa más, desciende. El segundo tipo de anticiclón, el de aire cálido, está vinculado al funcionamiento habitual de la atmósfera, no depende tanto de una masa de aire concreta. Se forman en la franja subtropical del planeta -en la zona del océano Altlántico sería sobre las islas Azores- y están asociados a los movimientos descendentes de aire cálido en la atmósfera.

"El aire que forma estos anticiclones subtropicales está forzado a descender desde las capas altas a las bajas por la circulación general de la atmósfera. De esta forma, el aire se calienta y por eso el centro de estos anticiclones es tan cálidos", apunta Naranjo.

El causante de este verano seco y caluroso es el anticiclón subtropical de las Azores, que tiene la cualidad de ser semipermanente, siempre está ubicado en el Atlántico. Lo novedoso es que a finales de junio se desplazó hasta situarse entre Galicia y las islas británicas. Este tipo de anticiclón se caracteriza por su estabilidad, pero contempla fluctuaciones, así se explica que se haya situado al norte de nuestra Comunidad durante las últimas semanas.

"El responsable de estos días de calor que tenemos es el anticiclón subtropical de las Azores-Bermudas", sentencia el experto de Meteogalicia. Como consecuencia de este acercamiento, el viento del "nordés" no viene directamente del mar, sino que la mayoría de la masa de aire proviene del continente (y está caliente). Por este motivo, el viento no consigue refrescar a Galicia como sucede habitualmente en verano -y tampoco bajan tanto las temperaturas por la noche-.

Martín Barreiro, meteorólogo gallego de Televisión Española (TVE), hace hincapié en que la cercanía del anticiclón es la clave para comprender el momento actual y explica que lo extraordinario es que se mantenga tanto tiempo seguido. "En este caso se ha mantenido más de lo normal, otros años se intercala con días de lluvia y coincide que el anticiclón afecta menos días seguidos por la entrada de frentes fríos. Pero lo habitual en Galicia en verano, aunque la gente diga lo contrario, es tiempo estable, soleado y cálido. Lo que ha sucedido estos días es infrecuente, tanto aire cálido provocó la subida de temperaturas", cuenta.

"Se va secando el ambiente", constata Barreiro. El anticiclón deja un verano prácticamente sin precipitaciones, salvo borrascas puntuales. Sin embargo, los meteorólogos coinciden en que no es una situación anormal bajo la influencia de un anticiclón subtropical como este de las Azores.