El fuego se ceba estos días con el sur gallego pero concellos de la provincia de A Coruña también están siendo pasto de las llamas. Si el martes ardían 81 hectáreas en Ribeira -40 de ellas en el parque natural de Corrubedo- y otras 20 en Rianxo, ayer se declaró otro incendio en el municipio coruñés de Cee. El fuego seguía activo al cierre de esta edición y superaba las 20 hectáreas calcinadas, según las primeras estimaciones de la Consellería de Medio Rural. La parroquia de Ameixenda, en Cee, tiene un foco activo desde esta tarde que provocó la evacuación de diferentes núcleos rurales de la zona. Tres agentes, cinco brigadas y cinco motobombas trabajan para estabilizar y controlar las llamas.

Pontevedra, por su parte, despidió ayer el día con los incendios de Cotobade y Soutomaior todavía activos. En este último el viento racheado provocó que el incendio declarado a las 15.30 horas activase la alarma en el concello vecino de Redondela. El fuego se extendió al atravesar el monte do Escredo, donde media docena de casas se tuvieron que desalojar, y de ahí aún saltó a Ventosela, donde entre un denso humo y por precaución se ordenó la salida de los niños y los cuidadores de Aldeas Infantiles. Hasta caer la noche las llamas ya habían recorrido cinco kilómetros de monte. Una masa de humo se levantó sobre Redondela, dificultando las tareas de extinción. Se esperaba la llegada de hasta nueve unidades más para atajar el avance de este incendio que durante toda la tarde movilizó hidroaviones, helicópteros y bomberos llegados incluso desde Ourense, además de todos los efectivos locales de emergencias, de la guardia civil y la Policía, que trataban de sofocar un fuego que al cierre de esta edición había quemado 20 hectáreas.

El alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, advertía que "lo peor está en Redondela" en una situación que le recordaba al fatídico verano de 2006. El viento cambiante direccionó las llamas al barrio de A Nogueira, en O Viso. Allí se trasladó la tensión. En el lugar de Escredo media docena de casas, las más próximas al monte, fueron desalojadas; hubo algún vecino que opuso resistencia. Finalmente las viviendas de O Escredo se salvaron del fuego. Pero las llamas seguían descontroladas. Allí se ordenó el desalojo de Aldeas Infantiles. Los bebés fueron llevados al centro Príncipe Felipe mientras los demás niños y cuidadores esperaban un realojo en el pabellón de Redondela.

Por otra parte, el incendio iniciado el pasado lunes en Mondariz, que arrasó unas 160 hectáreas, acosó durante la madrugada de ayer varias casas en la parroquia de Cumiar, en el concello pontevedrés de Ponteareas. El barrio de Santa Cruz está a muy pocos metros del monte, por lo que ocho casas fueron desalojadas hasta que pasó el peligro, al igual que una caballeriza con ocho caballos de competición. Los vecinos explican que estuvieron luchando contra el fuego hasta la llegada de la luz del día, cuando las llamas habían quemado viñas, frutales, un hórreo y en varios casos, llegaron a las puertas de las casas.