El fuego parece dar un ligero respiro al monte gallego tras arrasar durante una semana infernal para la comunidad unas 7.000 hectáreas. Así, al cierre de esta edición la Consellería de Medio Rural solo consideraba fuera de control un incendio en el ayuntamiento de Lalín, en concreto en la parroquia de Vilanova, que prendió ayer y según fuentes de la Xunta al menos afectaría a 30 hectáreas. No obstante, la titular de este departamento, Ángeles Vázquez, admitía a última hora de la tarde que el fuego registrado en la comarca dezana estaba "muy cerca de las casas". Si bien recalcó entonces que "no hay urgencia", en la zona estuvieron trabajando varios medios aéreos, entre ellos, los del Ministerio de Agricultura.

Mientras Medio Rural daba por estabilizados, controlados o extinguidos el resto de los fuegos que asolaron estos días Galicia, incluido el de Arbo, en Mourentán, el primer gran incendio del verano, que se llevó por delante 1.717 hectáreas hasta su extinción a las 13.15 horas de ayer, el de Lalín se inició ayer a las cinco de la tarde y afectó a los lugares de Vilar (Vilanova) y Navallo, en A Xesta. En un primer momento los medios de extinción acudieron a Vilar, debido a la peligrosidad de las llamas, que se dirigían hacia unas viviendas. Tras avisar a los vecinos y controlar el fuego, la intervención se trasladó al monte que separa Lalín y Dozón, así como a la carretera que une Lalín y O Irixo, en Ourense.

Además de la propia superficie afectada, el fuego cruzó este vial y tuvo que ser cerrado al tráfico. Las llamas también se acercaron a la línea del tren de alta velocidad del tramo Abeleda-Baxán y operarios de Adif decidieron cortar el suministro eléctrico de la catenaria que abastece a la vía, aunque luego lo recuperaron y no afectó al tráfico. A la espera de conocer el balance definitivo de este fuego, fuentes del operativo indicaron a este diario que uno de los vehículos de extinción había quedado calcinado al quedar en medio de las llamas. El Ministerio de Agricultura informó asimismo del envío de medios aéreos al lugar, así como a otro fuego en A Laracha (A Coruña).

En el resto de Galicia las noticias fueron mejores: a las 13.15 Medio Rural no solo daba por extinguido el incendio de Arbo, sino también el de Albeos, en Crecente, tras consumir 345 hectáreas. Por otro lado, el pronóstico también era bueno ayer al caer la noche para el incendio en Quins, en el concello ourensano de Melón, que seguía estabilizado desde las 16.46 horas tras afectar a más de 100 hectáreas, 16 de ellas de arbolado. En su extinción trabajaron hasta siete helicópteros y tres aviones. Las buenas noticias llegaron asimismo a otros lugares del interior de Galicia castigados durante los últimos días: sigue controlado desde las 22.15 horas del lunes el fuego registrado en la parroquia de Navea (A Pobra de Trives, Ourense), que afectó a unas 194 hectáreas, 20 arboladas. En su control han trabajado hasta siete helicópteros y dos aviones, aparte de la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias (UME). También seis helicópteros se desplegaron en el de San Tomé, en Cervantes, que se dio por controlado a las siete de la mañana de ayer tras quemar 45 hectáreas.

A pesar del buen comportamiento de los focos, y de que se puede hablar, como dijo la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, de "estabilidad" y de que "se bajó la intensidad", eso no quiere decir, advirtió, "que hacia la noche no haya una mayor afección".

Por otra parte, el fuego de Cualedro (San Millao), que finalizó a las 19.50 horas del lunes, afectó a 435 hectáreas, según las últimas estimaciones de Medio Rural, mientras que la Xunta precisó que los fuegos que se concentraron en Porto do Son (los de Xuño y Caamaño y el de Baroña) quemaron 1.600 hectáreas.