Feijóo presentó como características de su apuesta para el 25-S el "sosiego" que mostrarán las candidaturas del PP, en las que "se respira renovación". Alega que los tres cabezas de cartel provinciales debutan, si bien Diego Calvo y Francisco Conde ya fueron diputados y Marisol Díaz tiene experiencia como alto cargo en la Xunta. Es un proyecto, añadió, "sólido, completo y coherente".

El leit motiv del mensaje popular pasa por proclamar una imagen de estabilidad y ensalzar la gestión durante los últimos ocho años, poniendo los focos sobre los claros y obviando los oscuros. Y contraponer esa visión con los "sobresaltos y disputas" de la oposición, ataque centrado en el PSdeG y, sobre todo, En Marea, que celebra sus primarias y a la que finalmente se unió Podemos.

Precisamente los problemas de la izquierda han insuflado cierto optimismo en las filas populares, que confían remontar los malos resultados cosechados desde las municipales de 2015, cuando perdieron tres ciudades y dos diputaciones.

Feijóo señaló ayer como objetivo recuperar a esos "ciudadanos" que desaprobaron su gestión, fuesen o no votantes de sus siglas. Les ofrecerá, añadió, un "gobierno estable y de mayorías". "Buscaremos el bienestar y el progreso", finalizó el candidato.