No pisar más de la cuenta el acelerador evitaría uno de cada cuatro accidentes de tráfico mortales. Para tratar de evitar los excesos de velocidad al volante, Tráfico puso en marcha esta semana una campaña especial con más controles en la red viaria de la comunidad, en especial en las carreteras convencionales ya que son las que presentan el mayor índice de siniestralidad. Los datos hablan por sí solos: más del 90% de los accidentes mortales ocurridos en Galicia se producen en este tipo de vías. Con motivo de este dispositivo especial, que comenzó el lunes y se prolongará hasta el domingo, las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han intensificado la vigilancia en los casi 300 kilómetros más peligrosos por exceso de velocidad. En total, son 14 tramos negros identificados por la DGT en la comunidad gallega y que serán controlados con radares móviles hasta lograr reducir la accidentalidad en estos puntos, que forman parte de una lista con un total de 300 carreteras peligrosas en España y casi 8.500 kilómetros.

Los tramos más conflictivos en Galicia sujetos a especial vigilancia por sobrepasarse en los límites de velocidad suponen el 3,5% de los kilómetros controlados en el conjunto del país. En la comunidad gallega, Lugo es la provincia con un mayor número de vías peligrosas sometidas a controles con radares móviles, con un total de 9 tramos que superan los 230 kilómetros bajo la lupa de Tráfico. Le sigue en el ranking la provincia de Pontevedra, con tres carreteras en la lista negra de la DGT, con una extensión próxima a los 30 kilómetros: la CG-4.1, de Rande a Cangas; la VG-4.1, de Sanxenxo a Lanzada y la VG 4.4, entre Lourizán y Ardán. Tanto en A Coruña como en Ourense tan solo hay una vía identificada como conflictiva por los excesos de velocidad y la siniestralidad que presentan: la N-655 en la zona del puerto exterior de Ferrol y la N-120 a su paso por Rubiá.

Señalización

Estos 14 tramos, denominados con el acrónimo Invive (intensificación de vigilancia de la velocidad) están señalizados mediante una señal fija de color naranja que se sitúa bajo la vertical de limitación de velocidad. De esta manera, el conductor estará advertido de los tramos especialmente peligrosos, considerados así por haberse medido en ellos "mayores efectos combinados de excesos de velocidad -en algunos casos superan la limitación genérica en más de 30 kilómetros por hora-, accidentalidad y mortalidad en los últimos cinco años". Desde la DGT informan de que estos tramos serán sometidos a un mayor control y vigilancia de la velocidad "con medios policiales o automáticos".

En el ranking por provincias, Badajoz está a la cabeza con un total de 820 kilómetros sometidos a vigilancia extra por su especial peligrosidad debido a los excesos de velocidad. Le siguen en la lista, Ciudad Real con más de 516 kilómetros bajo control, Soria con más de 453, Toledo con casi 420 kilómetros, Cuenca con casi 395 km y Zaragoza con 390. En el extremo opuesto de la tabla, están Almería con poco más de 5 kilómetros de especial peligrosidad, Cantabria con 10, Baleares con casi 20 km, Cádiz con cerca de 37 km y Asturias con casi 40 km.

Junto a estos 14 tramos de especial peligrosidad en las carreteras gallegas, Tráfico tiene otros 109 puntos de la red viaria gallega en el punto de mira por su elevada accidentalidad. Este mapa de vías incluidas en el plan de vigilancia de la DGT fue actualizado el pasado mes de mayo y se mantendrá hasta septiembre. En total son más de 2.100 kilómetros de las carreteras convencionales de la comunidad vigilados por las patrullas de la Agrupación de Tráfico, lo que supone un 14% de los 15.000 km de la red secundaria en Galicia.

A diferencia de los tramos negros por su elevado número de accidentes debido a los excesos de velocidad, que están señalizados, en el resto de carreteras bajo control de Tráfico por la concentración de accidentes, los controles de velocidad con radares móviles no cuentan con una señal fija advirtiendo de la presencia de un cinemómetro.

Los últimos datos de medición de velocidad de Tráfico desvelan que las vías convencionales limitadas a 90 km/h son las carreteras donde los conductores circulan a más velocidad de la permitida. Cuatro de cada diez pisan más de la cuenta el acelerador, el 2% lo hacen en más de 10 km/h y un 12% en más de 20 km/h.

Haz click para ampliar el gráfico