Sale más barato un litro de leche que uno de agua. La crisis de los precios en el sector lácteo gallego, con tarifas que no bastan para cubrir los costes de producción, y el fin de las cuotas han provocado el cierre de más de 500 explotaciones en la comunidad en el último año y han puesto al borde de la quiebra a otras 3.000. Para tratar de contener la asfixia de los ganaderos en España, y en especial en Galicia, Bruselas anunció la semana pasada el pago de 14 céntimos por cada kilo que se reduzca en la producción láctea desde octubre y por periodos de tres meses con el objetivo de estabilizar los mercados. Los ganaderos gallegos calificaron ayer de "despropósito" las ayudas que impulsará la UE para regularizar el sector lácteo.

Desde Unións Agrarias, su secretario xeral, Roberto García, advierte de que esta medida solo traerá consigo la "picaresca de la leche negra" con la aparición de primeros productores que certificarán bajadas artificiales a través de bolsas de leche negra. "Si con el sistema de cuotas había primeros compradores que compraban leche estraperlo y hacían negocio de certificación, con esta medida casi se les da carta blanca", sentencia García.

La nueva ayuda de Bruselas consta de dos bloques: un mecanismo europeo con 150 millones -destinado a reducir la producción de leche en 1.400 millones de toneladas- y una partida de 350 millones que los Estados miembros gestionarán para promover también la retirada de producción en sectores en dificultades, incluido el lácteo. De esta segunda partida, España recibirá 14,6 millones de euros.

Una vez conocido el funcionamiento de las subvencione de Bruselas al sector lácteo, UUAA cuestionó el "poco rigor" de la medida que, a su juicio, supone "reconocer" que la Comisión Europea "se equivocó cuando eliminó las cuotas lácteas", en abril del año pasado.

Para el sindicato agrario hay tres argumentos por los que rechazan las ayudas promovidas por Bruselas para regularizar el sector lácteo. El primero, relativo a la reducción "voluntaria" de la producción, según apunta Roberto García, "puede ser aprovechado por otros productores para aumentar su producción mientras el vecino la reduce".

En segundo lugar, García alertó de que "las retiradas temporales de leche no son un escenario real". Y es que, los ganaderos, según ejemplificó, no van a matar a sus reses para reducir su producción y al cabo de tres meses comprar otras.

Finalmente, los ganaderos cuestionan que se proponga una reducción "uniforme" para todos los países de la Unión Europea. Esto, advierten, afecta negativamente a España, que apenas abastece el 60% de su mercado, frente a Holanda e Irlanda.

En cuanto a la manifestación convocada para el próximo martes por el colectivo Agromuralla, nacido al margen de los sindicatos en las tractoradas de hace ya un año, el secretario de UUAA le reprochó que "vayan por libre". "No digo que no haya razones ante la situación grave que atraviesa el sector, pero cualquier planteamiento ombliguista al margen del sector va a ahondar poco en la solución del problema", sentencia García.

Desde la Organización de Productores de Leche (OLP), su presidente, Manuel Iglesias, manifestó su respaldo a la manifestación de Agromuralla. "Las administraciones prefieren inyectar dinero para ayudar a pagar las deudas en lugar de impulsar medidas reales que hagan sostenible la cadena de valor de leche", cuestionó Iglesias.