Apenas un par de kilómetros de distancia bastan para que un contribuyente tenga que pagar hasta cinco veces más por un mismo impuesto o tasa que el vecino de un municipio limítrofe. Casi el 60% de los fondos que van a parar cada año a la caja de los ayuntamientos proceden de los tributos. Los presupuestos municipales para este año prevén una inyección de fondos extra por una mayor recaudación fiscal en 127 concellos -45 de la provincia de A Coruña, 30 de Lugo otros 30 de Ourense y 22 de Pontevedra-. O lo que es lo mismo, al menos el 40% de los ayuntamientos gallegos subirá este año los impuestos, según los datos que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda.

En la lista del departamento en funciones de Cristóbal Montoro hay otros 58 concellos que aún no le remitieron la información sobre las cuentas de 2016, entre ellos las ciudades de A Coruña, Santiago y Ourense. En el resto de urbes gallegas, tan solo Vigo experimentó un descenso en sus ingresos por tributos respecto a 2015 (un total de 149,6 millones, un 6% menos que el ejercicio pasado). Mientras, en Lugo el incremento fue de casi un 3,4%; en Ferrol, del 2,7% y en Pontevedra, de un 0,7%.

Mientras la recaudación fiscal respecto a 2015 llegó a duplicarse en algunas administraciones locales (hasta un 114% más en Muxía), en los 129 consistorios que verán mermados sus ingresos tributarios este ejercicio los recortes oscilan entre menos de un 1% hasta un -63% (caso de Curtis).

Desde el inicio de la crisis, la presión tributaria de los ayuntamientos ha aumentado año tras año. La previsión de los concellos es ingresar este año más de 1.246 millones por impuestos y tasas, un 1,2% más que los 1.231 millones del ejercicio pasado pero una cantidad que supone un 20% más que los 1.042 millones recaudados en 2008. O lo que es lo mismo, los concellos ingresarán en 2016 un total de 204 millones más que en época de bonanza, lo que supone 17 millones más cada mes en las arcas de las administraciones locales de la comunidad.

Dos son los motivos que han llevado a los ayuntamientos a recaudar más que antes de la crisis. Por un lado, por la propia la subida de los tributos que pagan los ciudadanos, fundamentalmente el IBI o el de plusvalías por la venta de viviendas, pero también por una mayor disciplina recaudatoria de las propias administraciones locales, que durante los años de crisis se aplicaron en un ámbito en el que antes se habían inhibido.

Esta mayor disciplina y revisión al alza de algunos tributos provocó que en los años más duros de la crisis, cuando el paro batía récords y el poder adquisitivo de familias y empresas tocaba fondo, el conjunto de los ayuntamientos gallegos incrementaron más de un 5% su presión tributaria para paliar la merma de ingresos. Según los datos de liquidaciones presupuestarias del Ministerio de Hacienda, las corporaciones municipales de la comunidad recaudaron 118 millones más en el peor momento de la crisis, es decir entre 2010 y 2013.

En tan solo un año, un total de 51 ayuntamientos gallegos elevarán sus ingresos por tributos y tasas en al menos un 10%: un total de 19 de la provincia de A Coruña, 11 de Lugo, 14 de Ourense y los siete restantes de Pontevedra. Entre ellos figuran 25 concellos donde los ingresos tributarios previstos para este ejercicio se quedarán un 20% por encima de lo recaudado en 2015. Once de ellos de la provincia de A Coruña, siete de Lugo, cinco de Ourense y dos de Pontevedra.

Cada gallego abonará de media este año a sus ayuntamientos -a falta de conocer las cuentas de 2016 de 58 concellos- 368 euros en impuestos y tasas. Por provincias, los residentes en Lugo y en A Coruña son los que soportan una mayor carga fiscal, con una media de 435 y 383 euros, respectivamente. Les siguen los contribuyentes de Ourense, con una carga impositiva de 345 euros. Y en la cola del ranking autonómico, los que menos se dejan en tributos son los ciudadanos de la provincia de Pontevedra, una media de 307 euros por vecino.

De las cuatro ciudades que aportaron información a Hacienda, Lugo soporta la mayor presión fiscal por habitante: una media de 633,2 euros per cápita, seguida por Pontevedra (595) y Vigo (508,7). Cierra la lista Ferrol, con una media de 427,3 euros por vecino. La clasificación autonómica según la presión fiscal por vecino la lidera el concello ourensano de Vilariño de Conso, de poco más de 600 habitantes, con una tasa tributaria de 1.942 euros por vecino. De la provincia de A Coruña, lideran el ranking Cerceda y As Somozas, con 1.128 y 1120 euros. En Lugo, Muras y Xove, con 1.713 y 1.509 euros. En Pontevedra, es la ciudad del Lérez (595), O Grove (581), Vigo (508) y O Porriño (505) que presentan el índice más elevado.

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