Termina la operación retorno de agosto y toca hacer balance de la accidentalidad. Fue un verano negro en las carreteras españoles y, en las gallegas, en particular. Tan solo seis comunidades cerraron el balance de julio y agosto y de lo que va de año con menos fallecidos en siniestros de tráfico. Galicia no figura en esta lista. Las escapadas de fin de semana a la playa o a la aldea y los desplazamientos durante estas vacaciones dejaron en la red viaria gallega un total de 21 muertos, tres víctimas mortales más que el verano pasado. No es una excepción. Las cifras de accidentalidad viaria en lo que va de año -en concreto hasta el lunes de esta pasada, último dato disponible por comunidades autónoma en la DGT- revelan un aumento del número de muertos en Galicia de más del 20%, con un total de 67 fallecidos frente a los 56 en el mismo periodo del año pasado.

Pese al refuerzo de los controles en carretera, con más campañas de vigilancia y mayor presencia de las patrullas de Tráfico, y la instalación de nuevos radares, Galicia y otras diez comunidades van camino de cerrar el año con más siniestros mortales en sus carreteras que en 2015. En el conjunto nacional, la cifra de fallecidos en carreta alcanza los 789, casi un 10% más que en el mismo periodo del año pasado. Tan solo seis comunidades han logrado reducir hasta agosto las cifras de siniestralidad mortal en sus carreteras: Aragón (un fallecido menos), Cantabria (dos), Castilla y León (uno), Cataluña (14), País Vasco (11) y La Rioja (3).

En el extremo opuesto de la lista están Comunidad Valenciana, con 21 fallecidos más entre enero y el pasado lunes; Andalucía, con 16 más; Murcia, con 15; Galicia y Extremadura, con 11 más cada autonomía; Asturias, con nueve más, Baleares y Canarias, con seis más cada una y Castilla-La Mancha, con cinco. Mientras, en Madrid y Navarra las estadísticas no variaron respecto al mismo periodo del ejercicio pasado.

En cuanto a los desplazamientos por carreteras durante los meses de verano, el balance también deja unas estadísticas negras en Tráfico, con un total de 253 muertos en la red viaria del país, 27 más que el verano pasado -lo que supone un incremento del 12%-. Se trata de la cifra más alta desde 2012. Casi el 80% de los accidentes mortales se produjeron en carreteras secundarias y el 31% en tramos identificados como peligrosos. Las salidas de la vía siguieron siendo el tipo de accidente más frecuente, con 103 víctimas mortales, por delante de las colisiones frontales (54), otros choques entre vehículos (51) y atropellos a peatones (22).

La franja de edad con el mayor número de fallecidos de tráfico durante este verano es el de 35 a 44 años (54 muertos en España), seguida de la de entre 45 y 54 años (46). Destaca el fallecimiento de ocho menores de 15 años y de 26 jóvenes de 15 a 24 años.

En cuanto a los elementos de seguridad, un total de 28 de los fallecidos en coche (21% del total) y dos de los que viajaban en furgoneta no viajaba con cinturón de seguridad. En el caso de los motoristas, dos de los 55 muertos en julio y agosto no llevaban casco, al igual que uno de los seis ciclistas fallecidos.

La edad media de los coches en los que se desplazaban las víctimas mortales fue de 13,4 años (superior a los 11,4 de los vehículos de las víctimas mortales en 2015).

La DGT indica que durante los meses de julio y agosto hubo un mayor número de turistas y un incremento del 4,6% en el número de desplazamientos de largo recorrido (de 81,1 del año pasado a 85 millones de este año).

Ante el incremento de la accidentalidad en las carreteras del país, asociaciones de automovilistas, víctimas de tráfico y colectivos moteros urgieron ayer al Ministerio del Interior que nombre ya un nuevo director para la DGT, que carece de responsable máximo desde la dimisión de María Seguí a finales de julio.