El Gobierno gallego impulsará un nuevo sistema de reestructuración de la superficie para facilitar la movilidad de tierras agrarias, bajo la denominación de Plan Marcos. Este mecanismo se concibe como complementario a la concentración parcelaria tradicional para zonas de pequeño tamaño (entre 50 y 200 hectáreas) y en las que existan necesidades de tierra por parte de explotaciones agrarias.

Según explicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el nuevo modelo consiste en un intercambio voluntario entre titulares de explotaciones y arrendamientos de los predios no utilizados con carácter reversible y temporal, durante 15 años, aunque prorrogable.

Entre las ventajas de este modelo está su "agilidad" porque podría completarse en unos seis meses, y el bajo coste, ya que se adapta a las infraestructuras viales existentes y las parcelas mantienen su morfología, conservando intactos los cierres, muros y delimitaciones.

Por el momento, se trata de un proyecto piloto y se estudia sobre qué zonas empezar a trabajar. Sobre la mesa están Vilalba (Lugo); Eume y Ortegal, en A Coruña; y Deza, en Pontevedra.