Los incendios no dan tregua en Galicia y han arrasado desde el lunes al menos 7.068 hectáreas. La práctica totalidad, 6.751, en la provincia de Ourense, donde se concentra la mayor actividad incendiaria sufrida por la comunidad gallega este verano. Un septiembre negro en el que las elevadas temperaturas y el viento han desatado un infierno: quince incendios en cuatro días, aldeas en peligro y desalojadas y los medios de extinción trabajando sin descanso con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias, (UME).

De los 15 focos que superan las 20 hectáreas (cada día se registran una media de entre 45 y 55 conatos), once están en Ourense, cuatro de ellos son grandes incendios forestales y uno en concreto, el de Entrimo, se ha convertido en el más importante del año, con 2.800 hectáreas arrasadas en menos de 48 horas.

Desde que el macroincendio de Entrimo se inició la tarde del pasado martes, la situación ha sido compleja y preocupante para la población, por lo que Medio Rural mantiene activada desde el miércoles la situación 2 de alerta por proximidad del fuego al pueblo de A Illa. Esta localidad, así como Olelas y Bouzodrago han estado cercadas por las llamas y el humo y se han vivido momentos de tensión y mucho nerviosismo.

La Consellería de Medio Rural movilizó para este fuego, que afecta también al municipio de Lobios y al Parque Natural do Xurés y su área de influencia, un operativo de 23 agentes, 68 brigadas, 35 motobombas, dos palas, 10 helicópteros y cuatro aviones, además de los efectivos del GES, bomberos comarcales y militares.

Además, a las 20.15 horas de ayer quedó estabilizado el gran incendio de Oímbra, que se inició el martes detrás de un garaje del pueblo de Bousés y que obligó a desalojar la aldea de Espiño. La última estimación de superficie afectada por este fuego asciende a 2.035 hectáreas, de las que 50 son de arbolado.

También en esta zona, concretamente en el ayuntamiento de Monterrei, los medios de extinción consiguieron estabilizar ayer un incendio que sembró el pánico en los pueblos de Vences, Esteviños y Tixós y que llegó a rodear el castillo. Según los últimos datos han ardido en este fuego 300 hectáreas, de las que 250 son de arbolado.

Al cierre de la edición seguía activo un fuego iniciado ayer por la mañana en Lobeira, con 25 hectáreas arrasadas que se suman a otras 75 que ardieron en el mismo pueblo en un foco que había prendido a medianoche y que está controlado pero no extinguido.

En situación de "controlados" están también los grandes incendios de Muíños y Boborás. El primero, que afecta íntegramente al Parque Natural do Xurés, en Requiás, con un balance provisional de 800 hectáreas calcinadas (50 arboladas). En este mismo concello, otro fuego que sigue activo ha destruido otras 50 hectáreas (la mitad arboladas) en Parada de Ventosa. El de Boborás ha quemado desde el martes 600 hectáreas, 285 de arbolado.

En O Carballiño quedó controlado un fuego en Lobás, con 40,8 hectáreas, todas menos dos arboladas; y en Chandrexa de Queixa otro que se declaró por la tarde y que superaba las 20 hectáreas. En O Barco los medios extinguieron un foco de 25 hectáreas.

En el resto de Galicia, un incendio en Navia de Suarna, Lugo, en el que peligraron casas en Rao, estaba ayer controlado, con 55 hectáreas afectadas. También el de Chantada, que se inició el lunes, quedó controlado ayer con 106 hectáreas arrasadas. Además, fueron extinguidos los de A Fonsagrada, también en Lugo, y Boiro (A Coruña) con 104 y 32 hectáreas calcinadas, respectivamente.