El choque se produjo causando un fuerte estruendo que se escucho en todo O Porriño. José Manuel y su hermano Rubén Docampo, que trabajan en un taller a 20 metros, fueron las dos primeras personas en llegar al lugar. "Fue dantesco", aseguran. "Cuando vimos lo que había pasado, la temperatura nos cambio de golpe en el cuerpo", añade uno de ellos. Estaban trabajando y saltaron un muro que separa el exterior del taller del punto de accidente. "Cuando saltamos vimos el tren contra el poste, mucho polvo, y ya gente que estaba saliendo de los vagones posteriores, por su propio pie, pero en la parte delantera estaban gritando. Entre varios arrancamos una puerta para que pudiera salir gente atrapada, también rompimos una ventana y ayudamos a sacar a alguna gente que estaba atrapada entre hierros... Evacuamos a la gente como pudimos", relatan. Patricia fue la joven que José Manuel atendió antes de que llegasen las ambulancias. "Estaba muy mal", recuerda.

Al oírse la explosión en toda la zona, dos minutos después del choque llegaron al lugar numerosos vecinos, entre ellos seis albañiles que trabajaban en una obra cercana. "Alguna gente gritaba mucho, pidiendo ayuda", asegura José Manuel. "Una vez que empezaron a salir, la gente corría a la estación, echando fuego... Estaban muy asustados", añade. Otro vecino, Isidoro, asegura que cuando escucho el estruendo lo primero que vio fue el movimiento de la catenaria y el polvo que había causado el accidente. "En los primeros minutos eso parecía un tren fantasma, de allí no salía nadie, pero rápidamente corrió gente a ayudar", recuerda.