En el campo gallego los bajos precios no solo afectan a la venta de la leche sino también al valor de la tierra. Pese a que a nivel nacional el precio de venta de las parcelas agrarias aumentó el año pasado un 3,1% con 324 euros más por hectárea -de 10.124 a 10.451 euros-, en Galicia la tendencia fue la contraria. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, la tarifa media en la comunidad gallega se situó en 2015 en 13.242 euros por hectárea, lo que supone casi 400 euros menos que en el ejercicio anterior y 2.738 por debajo de la cantidad a la que se ofertaban las fincas gallegas antes de la crisis.

Las tarifas de 2015 caen a niveles de 2001 debido a un descenso paulatino de las cotizaciones desde el inicio de la crisis, al pasar de los 15.933 euros a los que se pagaba hectárea hace ocho años a poco más de 13.000, lo que supone una bajada de casi el 18%. Desde 1983, el primer año del que hay estadísticas, la evolución del valor de la tierra en Galicia siguió un ritmo imparable que permitió multiplicar por tres el importe de las ventas. Pero justo después de tocar techo en 2008 la recesión provocó un cambio de tendencia con una depreciación continua de las propiedades del agro gallego.

La pérdida de valor de varía según el tipo de cultivo. En las plantaciones de regadío que necesitan agua para crecer, como los frutales o las hortalizas de invernadero, la caída ronda el 37% con 10.207 euros menos por hectárea desde la crisis, al pasar de los 27.577 euros en 2008 a los 17.370 registrados siete años más tarde. Sin embargo, en el último año se registró una tímida recuperación del 2,3%.

Galicia es la tercera comunidad donde el precio de los viñedos es más elevado, con 33.649 euros de media, una cifra que muestra la relevancia de la viticultura con áreas profesionalizadas y cinco denominaciones de origen de vino gallegas. Pero la crisis tampoco ha pasado de largo en este sector, que ha cedido 5.609 euros en su valor desde 2008, cuando cada hectárea se pagaba a 39.258 euros. El año pasado sufrió un nuevo descenso del 5% con 1.421 euros menos.

El pastizal de secano muestra los resultados más modestos en números absolutos en la comunidad gallega, con apenas 5.429 euros. Pese al aumento en 2014 de 200 euros respecto al año anterior en 2015 se produjo una nueva caída, aunque apenas de 54 euros por hectárea.

En las tierras para labradío de secano -en las que se siembran productos que no necesitan de riego como trigo, maíz, avena, habas, cebollas, tomates o melones- el precio bajó el año pasado 377 euros y se quedó en 15,335 euros por hectárea. En el caso de los prados naturales de secano, el valor de la tierra se sitúa en los 12,740 euros, un 4% menos que los 13.260 euros contabilizados en 2014.