-Culpó a Feijóo de la corrupción y lo tachó de "cómplice del acosador" Baltar sin sentencia, pero en Ourense ganan un escaño. ¿Conclusión?

-Teníamos la obligación de poner sobre la mesa que hacer desaparecer las siglas del PP no era causal: Feijóo ampara esas prácticas. La conclusión es que a la gente en Ourense la mueve otras cosas para votar, no solo eso. No le es indiferente que un acosador esté en la diputación...

-No comparte entonces que el pueblo gallego es "ignorante", como dijo Fernán Vello.

-Evidentemente, no. El voto reúne intereses, valores, preferencias... y pesaron otras cosas. Pero el PP fue penalizado el 20-D y el 26-J por los recortes y la corrupción.

-Dentro de En Marea sorprendió su duro discurso contra el PP.

-Usamos expresiones contundentes porque lo que describíamos era contundente. Cuando escuchamos que Baltar demandaba servicios sexuales a cambio de un enchufe es duro que lo diga yo, pero más duro es escucharlo. O que se le denieguen medicamentos a enfermos. La corrupción y financiación ilegal en la trama Gürtel también es dura.

-Si con eso no derrota al PP, ¿cómo pueden hacerlo?

-A pesar de eso, la gente confía en el PP por una razón en que no tuvimos tiempo de insistir: la capacidad de ofrecer una alternativa estable y solvente. Se dijo de que éramos un caos y no tuvimos tiempo de mostrar que no era así.

-Su lema era un país justo. ¿Será Galicia más injusta hasta el año 2020?

-No será todo lo justo que querríamos. Las políticas sociales debían seguir otro camino y lucharemos para que el país sea un poco más justo.