Además del incremento de los tipos que se aplican en el IBI y la búsqueda por parte del Ministerio de Hacienda de bienes sin declarar o con reformas también desconocidas oficialmente que eleven su valor, en el incremento del recibo de la "contribución" en la doble recesión económica tiene mucho que ver la actualización "exprés" de las propiedades en los municipios donde la última ponencia de valores no cuadre con los precios reales del mercado por los efectos de la burbuja inmobiliaria y su estallido. Al alza o a la baja. En 2017 serán 70 concellos gallegos, según el listado que ayer publicó el Boletín Oficial del Estado (BOE), que ahora deben esperar a la publicación de los presupuestos generales para saber el coeficiente que les corresponde. Son 13 de A Coruña: Boiro, Boqueixón, Cariño, Dumbría, Fisterra, Frades, Mañón, Narón, Paderne, Pontedeume, Santa Comba, Santiso y Val do Dubra. Otros 35 de Ourense: A Arnoia, A Bola, A Gudiña, Pobra de Trives, A Rúa, Allariz, Avión, Baltar, Barbadás, Beade, Boborás, Carballeda, Cartelle, Castrelo de Miño, Castro Caldelas; Celanova, Gomesende, Larouco, Lobeira, Maside, Montederramo, Nogueira de Ramuín, Oímbra, Os Blancos, Porqueira, Puxín, Ramirás, Ribadavia, Riós, San Amaro, Sarreaus, Viana do Bolo, Vilamarín, Vilar de Barrio y Xunqueira de Ambía. Unos 14 municipios, están en Lugo: As Nogais, Baleira, Baralla, Begonte, Bóveda, Foz, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz, Ribadeo, Taboada, Trabada, Vilalba y Xove. Y de Pontevedra son los ocho restantes: A Guarda, Crecente, Dozón, O Porriño, Ponteareas, Rodeiro, Salceda de Caselas y Vilanova de Arousa. De ellos, A Guarda, Dozón y Rodeiro ya lo solicitaron para el actual 2016.