La revisión catastral iniciada en 2013 para detectar construcciones, tanto de nueva planta como ampliaciones, que no estaban dadas de alta de los registros y que por tanto no pagaban el IBI, tiene una segunda pata de aplicación. El Gobierno central aprovechó esta actualización del Catastro para, de paso, comenzar a exigir el pago de la contribución rústica por granjas, establos, naves, galpones o invernaderos que hasta ahora estaban exentos. Antes solo tributaban las fincas en las que se ubicaban estas "construcciones indispensables de suelo rústico", como se definen, sin tener en cuenta que estuvieran ocupadas por instalaciones agrarias.

De no pagar nada a tener ahora que abonar el IBI rústico es a lo que se enfrentan miles de gallegos que poseen algún tipo de construcción en suelo rústico. Durante los próximos seis meses, casi un centenar de concellos comenzarán a tramitar a sus ciudadanos los recibos por ser propietarios de alguna instalación agraria, de los que 26 pertenecen a la provincia de A Corula, 35 a la de Lugo, 20 a la de Ourense y 14 a la de Pontevedra. Estos 95 ayuntamientos se sumarán a los 70 que ya han superado ya la revisión y cuyos habitantes comenzaron a pagar el IBI rústico por esos establos, granjas, naves o invernaderos.

Solo se libran de este tributo las construcciones con una superficie menor de 20 metros cuadrados, que seguirán exenta. Pero no así, según Unións Agrarias, las plantas bajas de casas rurales que en el pasado funcionaban como cuadras. Aunque sigan vacías, al no albergar ganado el Catastro las califica como almacén, por lo que incrementa el recibo de la contribución de la vivienda aunque no se ha hecho reforma. En caso de quedar catalogados como almacenes, el Catastro reclamará además el pago de cuatro años de atrasos, circunstancia que se podría revertir si el dueño presenta alegaciones y son aceptadas. Entre los ayuntamientos que comenzarán a remitir las comunicaciones a los propietarios de instalaciones agrarias para notificarles el nuevo IBI rústico figuran As Pontes, Brión, Ferrol, Muros u Ortigueira en A Coruña; Avión, Vilardevós, A Mezquita, A Veiga o Parada de Sil en Ourense; Ribadeo, Cervo, Becerreá o Mondoñedo en Lugo; y Caldas de Reis, Cangas, O Grove, A Guarda, O Rosal o A Illa en Pontevedra. Los tipos impositivos de la contribución rústica se mueven en el 0,3% o el 0,4%. Pero hay alguno que lo tiene en el 0,9%.Los concellos pueden fijar bonificaciones de hasta el 95%.