El PSdeG de Ferrol vive una crisis similar a la que sufre el partido a nivel nacional. Hace una semana, los socialistas ferrolanos dieron por muerto el bipartito con el que hasta ese momento gobernaban el Concello de Ferrol junto a Ferrol en Común (FeC). Pero las heridas, lejos de restañar se han abierto más con el paso de los días. La ejecutiva local de los socialistas ferrolanos, liderada por Beatriz Sestayo, decidió la noche del miércoles expulsar del grupo municipal a dos de sus concejalas, Rosa Méndez y María Fernández Lemos, que habían mostrado su disconformidad con la salida del gobierno local.

Las discrepancias entre estas dos ediles y los otros tres del grupo socialista tuvieron su primer acto público cuando la pasada semana se abstuvieron en la votación sobre una modificación de crédito. La resolución no salió adelante porque votaron en contra el grupo del PP junto a los otros tres del PSdeG.

Ahora, ambas ediles han sido expulsadas del partido -aunque el alcalde ha decidido mantenerlas al frente de Urbanismo y Patrimonio en el Consistorio- y han sido "declaradas tránsfugas por el grupo municipal y la ejecutiva", según aseguró ayer la secretaria general del PSdeG de Ferrol, Beatriz Sestayo. La que fuera teniente de alcalde acusó a Rosa Méndez y María Fernández de estar "apoderándose de dos actas".

"Sería lamentable, vergonzoso, que el Gobierno de Ferrol estuviera integrado por tránsfugas; existiría una profunda deslealtad y traición", dijo, para asegurar a continuación que se podría "vulnerar el compromiso con la ciudadanía; seguimos dando pasos, están expulsadas". Beatriz Sestayo instó a la "rectificación de esta deslealtad y traición por parte de las dos concejalas y del alcalde" para que "no exista un gobierno tránsfuga, cuestión gravísima".

Por su parte, María Fernández Lemos declaró ayer que se enteró "por la prensa" de su expulsión y que espera "la mediación" de la dirección provincial de los socialistas. Esta, por su parte, aclara que la que tiene que intervenir es la ejecutiva federal, en este caso la gestora que se puso en marcha el sábado tras la dimisión de Pedro Sánchez.

Tras la salida de tres de los concejales socialistas del Ejecutivo ferrolano, la hoja de ruta del alcalde, Jorge Suárez, es seguir gobernando con sus seis ediles más las dos ediles expulsadas ayer del PSOE. La corporación está compuesta por 25 miembros.

Suárez avanzó ayer que ha realizado una reorganización provisional del gobierno local en torno a los seis ediles de su candidatura y las dos concejalas del PSdeG discrepantes. Pero reconoció que esperará hasta hoy o el próximo lunes para decidir si Rosa Méndez y María Fernández "mantienen sus competencias en el gobierno", una decisión que está condicionada "a los tiempos de Partido Socialista. Jorge Suárez rechazó la utilización del término tránsfuga para las ediles, usado por la ejecutiva socialista del partido en Ferrol.