Galicia fue a finales de los años 80 uno de los territorios pioneros junto a Cataluña, País Vasco y Andalucía en apostar por las relaciones internacionales. Lo hicieron también después, en los 90, buena parte del resto de las comunidades autónomas, a pesar de que en teoría la Constitución reserva la competencia en exclusiva para el Estado.

Las importantes polémicas y enfrentamientos judiciales por el choque de funciones con el Gobierno central se frenaron con el posicionamiento del Tribunal Constitucional que, entre otras matizaciones, avaló el derecho de las autonomías a realizar actos en otros países en "la defensa de los intereses que le son propios". En eso gastaron algo más de 1.578 millones de euros entre 2011 y 2014, en plena crisis económica, de los que a Galicia le corresponde el 4,73%. Cerca de 75 millones de euros entre promoción exterior, cooperación al desarrollo, campañas turísticas y culturales y la partida para la internacionalización y captación de inversión extranjera, que es la que más pesa, con 32,7 millones de euros, aunque únicamente se ejecutó el 38% de lo presupuestado en estos planes.

Y eso que la salida de las empresas gallegas a otros mercados es prioritario para San Caetano, que tiene en la internacionalización una de las patas fundamentales para revitalizar el Producto Interior Bruto (PIB) regional. El gasto inicialmente previsto por la Xunta en esos cuatro años para apoyar a las compañías en la aventura de lanzarse fuera alcanzaba los 85,548 millones, según el informe del Tribunal de Cuentas sobre la política exterior de las comunidades. Lo realmente desembolsado sumó 32,719 millones. El 5% del total nacional, que supera los 654 millones de euros y un grado de ejecución muchísimo más elevado que el de Galicia, del 71%.

A convenios con otros organismos para facilitar el camino de la internacionalización de la economía gallega se fueron 31.000 euros. Son, en general, acuerdos con el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), Invest in Spain y otras entidades privadas-patronales y Cámaras de Comercio, entre ellas- para compartir oficinas, la participación en sistemas de financiación o la formación, según Cuentas. Las encomiendas de gestión a este tipo de organismos suponen en el caso de Galicia otros 472.000 euros. En actividades de sensibilización fueron entre 2011 y 2014 unos 601.000 euros. Por encima de los 200.000 en viajes promocionales a otros países. Las subvenciones a empresas, la mayor cuantía en el respaldo a la internacionalización, ascendió a 28,3 millones -el 12,63% del importe del conjunto de las comunidades- y 915.000 en becas a especialistas en comercio internacional (2,9% del total). El informe de fiscalización recoge el coste para la Xunta a través del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) de las 13 oficinas en el exterior: 7,931 millones. Las sedes exteriores de las entidades autonómicas de internacionalización suman 114,556 millones de euros.

A la promoción de Galicia, sin contar con las campañas turísticas, la Xunta dedicó 15,412 millones. La inmensa mayoría, por encima de los 12,7 millones, va para ayudar a emigrantes de la comunidad y sus centros. Es un tercio de todo el gasto con esta función en el país, lo que evidencia una vez más la importancia del colectivo en Galicia. "Tales subvenciones o ayudas corresponden a emigrantes gallegos y descendientes para becas universitarias y de formación profesional en centros educativos de Galicia (158.000 euros), para ayudas en caso de precariedad económica (8,171 millones) y a entidades gallegas en el exterior (4,348 millones), otorgándose en régimen de concurrencia competitiva y no competitiva", señala el Tribunal de Cuentas, que destaca la falta de información de la Xunta sobre el coste de sus delegaciones de representación en Montevideo y Buenos Aires. La de Bruselas acarrea un coste esos años de 2,042 millones de euros. El montante en becas de acción exterior alcanzó los 326.000 euros y 367.000 para acuerdos transfronterizos.

El capítulo de promoción turística se eleva a 8,5 millones de euros. El 4,8% del total en España. Se reparte entre las subvenciones y becas -también de carácter cultural- de la Axencia de Turismo de Galicia y la Axencia Gallega de Industrias Culturais, con 5,5 millones; los convenios de colaboración para estos mismos objetivos de promoción, 1,005 millones; y dos millones para eventos en otros países para exprimir la imagen de la región y lograr visitantes.