Presume el Concello de Lourenzá que en A Mariña lucense se confabulan la abundancia de lluvias, las características del suelo y las técnicas tradicionales de cultivo para producir una faba reconocida con una indicación geográfica protegida. Al cultivo de la faba de Lourenzá se dedica la cooperativa Terras da Mariña, que reúne una veintena de socios, como José Cuadrado, que explica que su pretensión es desarrollar un prototipo de máquina peladora de habas. Frescas, apostilla.

La aclaración es importante porque separar la vaina de lo que es el haba es una tarea manual cuando se trata de habas frescas y "hay que ir una por una porque no hay máquina que lo haga". Y eso a pesar de que se hicieron estudios y se desarrollaron prototipos, cuenta, pero ninguno "funciona al cien por cien bien y estropean mucho producto".

Pero la cooperativa insiste en que necesita esa herramienta y no ceja. Cuadrado explica que el haba fresca "es un producto que cada vez tiene más demanda, sobre todo en restauración, porque no precisa ponerse a remojo". En la cooperativa producen tanto faba de Lourenzá en seco como en verde, pero la segunda -que es la misma haba, pero en un estadio anterior- "solo es cosa de un mes o dos al año". Para facilitar el trabajo y "sacar más producto en fresco" y poder "procesarla en un momento tan limitado" les vendría bien esa peladora. Ahora, a mano, a la antigua usanza, no dan "abasto a la demanda que hay". Por ahora, con el grupo de trabajo subvencionado por la Xunta, esperan llegar a alguna conclusión "viable" de cómo resolver la cuestión. Les acompañan una consultora y la Universidade de Vigo.