La tierra tembló de madrugada en la localidad ourensana de Vilar de Santos sin estremecer a los vecinos. Muchos ni se despertaron. Algunos, sobresaltados y en duermevela, decidieron no darle importancia. Hay quien sí percibió el temblor de 3,1 grados en la escala de Richter y con un epicentro situado a 15 kilómetros de profundidad; una sacudida que se hizo notar aunque fue pasajera. "La mayoría de los vecinos no se enteraron, pero quienes sí hablan de un ruido fuerte en las ventanas que duró 2 ó 3 segundos. No hubo daños ni a nadie le pasó nada", explica el alcalde, Xan Jardón.

El Instituto Geográfico Nacional, un organismo dependiente del Ministerio de Fomento, registró el temblor de Vilar de Santos a las 3 de la madrugada del martes al miércoles. Según los vecinos que lo notaron, el temblor ocurrió alrededor de las 5 de la madrugada. No es habitual, según apuntó el alcalde, que esta zona registre movimientos de tierra, aunque sean leves. El alcalde solo recuerda un precedente ocurrido hace varios años.

Desde comienzos de siglo, Galicia registró casi un centenar de seísmos por encima de los 2 grados en la escala de Ritcher, que son los que se consideran de una intensidad significativa. Las provincias de A Coruña y Pontevedra soportaron la gran mayoría de estos movimientos sísmicos. De los 93 ocurridos desde el año 2000, un total de 42 se produjeron en la primera y 37 en la segunda. Entre ambas suman el 85% del total. En los últimos quince años se ha producido un cambio de tendencia en la comunidad, ya que la provincia de Lugo era la que más temblores sufría, con numerosas sacudidas entre 1995 y 1997.