Algunos se contagiaron del virus de la política en casa, como la popular Sandra Vázquez, cuyo padre fue edil en el Ayuntamiento de Vilalba, o el socialista Julio Torrado, que se remonta aún más atrás, hasta su abuelo, quien integró la agrupación local de Vilagarcía en los años 30.

La nacionalista Olalla Rodil y la diputada de En Marea Paula Quinteiro, en cambio, se construyeron en el activismo del día a día, en contacto con la calle. Pero los cuatro, que se estrenan como diputados autonómicos esta legislatura y lo hacen como los benjamines de sus respectivos grupos parlamentarios, coinciden en que los políticos deben estar "más cercanos" a los ciudadanos, asignatura en la que creen que se ha avanzado. "Al lado de la gente es donde realmente ves sus problemas", argumenta Sandra Vázquez. Y si la política se está transformando, o al menos así lo pretenden estos jóvenes, la nueva legislatura comenzará en O Hórreo bajo el signo de la renovación.

No solo del partido del gobierno, el PP, que de entrada sentará a una veintena de representantes nuevos en sus bancadas, sino en la oposición, donde el cambio llegará al 80% de los rostros.

Los más jóvenes de los grupos -también en su día el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fue uno de ellos- consideran que, a pesar de que tienen mucho que aprender, pueden ofertar "energía, entusiasmo e ilusión", como dice Olalla Rodil, además del "aire fresco" que comporta la juventud, apunta Vázquez. Para ello cuentan, y todos ellos coinciden, con un equipo de compañeros en el que no falta experiencia.

Convencidos de que el Parlamento "debe ser una fotografía lo más parecida a la sociedad real", como sostiene Paula Quinteiro y comparte Rodil, ellos mismos proceden de ámbitos diferentes. Sandra Vázquez (PP), de 30 años, se formó en Administración y Dirección de Empresas; Julio Torrado, de 34 años, la savia más nueva del grupo socialista, se doctoró en Psicología Social y es investigador; Olalla Rodil, del BNG, con 27 años recién cumplidos, viene del periodismo, y Paula Quinteiro, de En Marea, que con 26 años es la que menos cumpleaños ha celebrado en toda la Cámara, es enfermera.

"Para mí más importante que la edad son las ideas que nos mueven", asegura esta viguesa que ve en el Parlamento autonómico "un frente más" para cambiar las cosas. Las parlamentarias de la izquierda rupturista y del BNG consideran, no obstante, que la política va más allá de lo que se hace en O Hórreo.

Sandra Vázquez, diputada del PP por Lugo"Al estar al lado de la gente es donde realmente ves sus problemas"

Solo hay una razón para estar en política: "Resolver los problemas de la gente". Así de contundente se expresa Sandra Vázquez, la más "pequeña" del grupo parlamentario popular, quien además aprovecha para denunciar que la visión denostada de la política que impera hoy en día en la sociedad no le hace justicia a lo que "realmente es". "Porque si la vives como yo la estoy viviendo en estos momentos", afirma, lo que se puede comprobar es que "se hace muchísimo y se trabaja muchísimo para generar los mayores beneficios para toda la ciudadanía". "Con el tiempo se le dará la importancia que realmente tiene", proclama convencida.

Sandra Vázquez, que de alguna forma reconoce que sigue los pasos de su padre, que fue concejal, como lo es ella en la actualidad en Vilalba, el mismo lugar en el que vino al mundo el gran icono de los populares gallegos, Manuel Fraga, llega a la Cámara tras pasar por el Senado y preparada para ponerse "a disposición del partido" para lo que este le encomiende y para trabajar en cualquier área, aunque confiese que tal vez lo que más le motiva en estos momentos sean los servicios sociales o la educación. Algo influye el que este último es un mundo del que acaba de salir recientemente -hizo un máster en Banca, Banca, Finanzas y Seguros-. "Igual eso, como la búsqueda de empleo, es lo que más nos puede preocupar a los jóvenes", afirma.

Porque hay que estar pendiente de la calle y de sus preocupaciones, defiende. De hecho, asegura que en la "última época" los políticos están "mucho más cercanos a la gente". "Es algo que se pide desde hace muchísimo tiempo, y debemos seguir por ese camino y resolver sus problemas", asegura. Para eso lo importante es no perder el contacto con la calle, una perspectiva que le ha otorgado su experiencia como edil. "Aprendí a estar con los vecinos, a escuchar sus problemas, a intentar resolverlos lo más rápido posible. Eso es lo que te hace coger experiencia y aprender cada día. Es algo que siempre hice y espero seguir haciendo. Al lado de la gente, que es donde realmente ves sus problemas", sostiene.

Y para aquello en lo que no tenga experiencia, siempre puede contar con sus compañeros de grupo parlamentario, a los que no dudará, dice, en pedir consejo, porque tiene que "aprender muchísimo". A cambio, ella ofrece "trabajo, optimismo y muchísima energía". "La necesitamos", apostilla, "para seguir trabajando por todos". Cree que lograr el mejor resultado pasa por combinar la juventud y el "aire fresco" que ella puede aportar y la "experiencia que pueden tener" en el resto de las filas populares, donde la media de edad se sitúa cerca del medio siglo.

Paula Quinteiro, diputada de En Marea por Pontevedra"Tenemos que estar ahí para visibilizar los problemas que afectan a la juventud"

Paula Quinteiro es la que menos velas sopla de los parlamentarios de O Hórreo al celebrar un cumpleaños. Vino al mundo en 1990, el año en que internet se abrió al público por primera vez, y creció participando en diferentes movimientos sociales, colectivos estudiantiles, feministas y anticapitalistas y el 15-M, hasta llegar a Podemos, un periplo que inició a los seis años al acudir a manifestaciones con sus padres.

Curtida en la política hecha a pie de calle, ahora da el salto a la institución, el Parlamento, porque la situación lo requiere. "Es dramática, desahucios, trabajo precario, privatización de los servicios públicos, y es preciso hacer las cosas de una forma totalmente diferente a como se venían haciendo", afirma. La meta es trabajar con una "visión global" y construir "un país justo", el lema escogido por En Marea para la campaña. "Las instituciones son un frente más", apostilla, pero no olvidará de dónde viene: "Vamos a seguir en la calle movilizándonos con los colectivos en los que veníamos trabajando".

A Quinteiro lo de la edad le parece "anecdótico". Frente a aquellos que apunten su falta de experiencia, replica ya: "Más que la experiencia que pueden tener otras personas que llevan muchos años en las instituciones, nosotros lo que tenemos es la idea de hacer las cosas de otro modo. Para mí son más importantes las ideas que nos mueven y la lealtad con la mayoría de gallegos y gallegas, con la gente que nos votó". En ese rol, su edad no es una desventaja. "Hay jóvenes que emigran para encontrar trabajo, muchos en condiciones precarias", alega, y ve positivo que acceda a O Hórreo "gente joven con la que se identifiquen". De hecho, tres diputados de En Marea no llegan a los 30. "Tenemos que estar ahí para visibilizar esos problemas que afectan a la juventud", insiste.

Sabe de lo que habla. Esta diplomada en Enfermería se ve a sí misma como un ejemplo de la "precarización" de la sanidad. Por sus manos pasaron, dice, "contratos temporales, de días, de semanas y con suerte de un mes, de una baja". Como inquietud generalizada entre los gallegos, el tema del empleo, avanza, será prioritario para su grupo, aunque otra de sus "mayores preocupaciones" será el visualizar que las mujeres son "igualmente válidas" en el mundo institucional.

Y hablando de ese mundo, y pese a que no considera tampoco que el Parlamento deba ser "una macroasamblea permanente", reivindica la necesidad de "escuchar las movilizaciones que hay en la calle y trasladar las demandas".

Julio Torrado, diputado del PSdeG por Pontevedra

"Creo que hace falta más gente con voluntad de sacudir un poco la situación"

Lleva 17 años, la mitad de su vida, afiliado al PSdeG, en el que empezó en las Xuventudes. Los vínculos le vienen de familia, pero además se involucró en colectivos estudiantiles, culturales y deportivos y el "paso natural" era la política. Trabajas, te involucras y "un día te ves en medio de toda la vorágine" y acabas en O Hórreo, justo en un momento en que la política está "mal vista". Es cuando "es necesario implicarse, cuando crees que puedes aportar para hacer mejoras", defiende. En su caso, pretende aportar su "capacidad de trabajo".

Desde su posición intentará afrontar un doble reto: hacer política "para cambiar la sociedad", dado que el sistema de bienestar vive una "situación frágil", y "hacer política para cambiar el modo de hacer política". "Creo que es importante cambiar la manera de relacionarse de las instituciones y los representantes con los ciudadanos, tener un contacto más próximo", reivindica. En esa línea, ve relevante que los jóvenes entren en política "para introducir nuevos debates y visiones" y "renovar" aspectos que están quedando desfasados. "Lo que hace falta es gente con fuerza, con voluntad de sacudir un poco la situación", proclama. Aunque eso se suele asociar a gente joven, apunta, no es solo una cuestión de edad. En contrapartida, admite que "para conseguir experiencia hace falta ser novato alguna vez". Como ventaja añadida tiene el ajedrez. Ahora ya no compite, da clase a los niños, pero aún recuerda cómo aprendió a "tomar decisiones de la manera más objetiva sin dejarse llevar por la simpleza o por la pasión".

También sabe de investigación. Se considera a sí mismo "la definición más clara del precario investigador", emigración incluida. "Nunca en mi vida firmé un contrato de trabajo de un año", argumenta. Por eso este es uno de los temas en los que le gustaría trabajar en el hemiciclo a este joven de Vilagarcía que se define como alguien que "toma partido hasta mancharse". Así titula un blog que espera actualizar ahora que la campaña acabó y que muestra su faceta de "polemista convencido".

Al concluir su periplo, espera volver a casa asumiendo que hizo "el mayor esfuerzo posible para cambiar las cosas que era fundamental intentar cambiar". Cree que quienes participan en las instituciones "deben ser capaces de llevar las pulsiones sociales a las instituciones que deciden sobre ellas". "Al final tú puedes ser una pieza más del engranaje o intentar introducir respetuosamente con las instituciones elementos incluso de tensión, es decir, cambiar posiciones, generar un debate social, desde el punto de vista ideológico, en mi caso defendiendo una igualdad de oportunidades y una calidad de vida para la ciudadanía que hoy no existe".

Olalla Rodil, diputada del BNG por Lugo"Me aconsejan no dejarme absorber por la burocracia y tener los pies en el suelo"

Cumplió 27 años en campaña, el 21 de septiembre, como Leonard Cohen, del que espera con ganas un nuevo disco. Olalla Rodil, como Torrado, se afilió a los 17 años, pero al BNG. Fue una conclusión natural tras "una experiencia de activismo, pero no organizada" y tras vencer las reticencias de su madre, que creía que podría traerle "problemas a la hora de encontrar trabajo". Ahora está "muy contenta y orgullosa" de esta chica de Ribeira de Piquín licenciada en Relaciones Públicas.

Al hecho de que es la segunda diputada más joven de la Cámara gallega, replica: "Las personas de mi generación vamos cogiendo el espacio y asumiendo también las responsabilidades que nos corresponden". Y eso incluye la política, que a su juicio va "más allá de las propias instituciones y de los centros de decisión". "La hacemos todos los días desde que nos levantamos", proclama, como salir a defender a unos trabajadores de un ERE. "Creo que hay una percepción equivocada de lo que es la política. Pensamos que la hacen solo en el Parlamento y esos señores que llevan corbata y traje", dice. A ello opone que "dar el paso y ocupar las instituciones" personas como ella -periodista de profesión, activista y militante de base desde siempre- "es dignificar la gestión de lo público, que es en el fondo lo que significa la política".

"Lo que hay que hacer en esos centros de decisión política es que representen realmente lo que hay en la sociedad", reivindica. Es ahí, dice, "donde se toman las decisiones que nos afectan" y donde aprovechará el tiempo con el resto del grupo del BNG, del que será viceportavoz, para hacer una "oposición constructiva", para poner encima de la mesa su proyecto político alternativo y para, "más que sacar el Parlamento a las calles, llevar las calles dentro del Parlamento".

Aunque antes deberá sobrevivir, bromea, al primer contacto con una institución "inmensa" y de "muy rígida" burocracia. Compensará el estreno en este nuevo terreno con "energía, entusiasmo y mucha ilusión" y la experiencia que le dio el periodismo, que le facilitó una fotografía "bastante amplia de la realidad social en Galicia" e incluso de la Cámara, cuya actividad cubrió. También seguirá el primer consejo que le dieron: "Que no me dejase absorber por la burocracia, que intentase mantener siempre los pies en la tierra y sobre todo en la calle; no perder en ningún momento el contacto con lo que está pasando fuera".