Galicia ha dejado de ser la comunidad más barata para irse de vacaciones. Dormir una noche en temporada alta en un hotel gallego cuesta de media 60, 2 euros, cifra que supera a los 57 euros de Extremadura, los 56 de Castilla y León y los 54 de Castilla-La Mancha. La comunidad deja de ser la última en el ranking nacional y además, por lo menos en verano, casi llega a las tarifas hoteleras que tenía antes de la crisis. De esta forma, los 60 euros alcanzados entre julio y septiembre superan en un 1,5% el importe del verano del año pasado y se quedan a solo siete céntimos de la cuantía en el mismo periodo de 2008, antes de la crisis, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los precios hoteleros durante la época estival son además los más elevados desde el pasado Xacobeo por estas fechas. El turismo gallego supera así, por lo menos en verano, su asignatura pendiente al lograr incrementar los precios tras más de un lustro obligados a mantenerlos bajo mínimos para conseguir ocupación. El incremento de precios permite al sector hacer caja y aumentar sus beneficios, unos ingresos que les permitirán empezar a recuperarse de los números rojos que acumularon en los ejercicios de recesión económica. Los 33,8 euros ingresados por los hoteles por cada cuarto suponen un 7% más que el verano pasado y un 12% más que los 30 euros que los hoteleros ganaban por cada habitación antes de la crisis.

El verano ha sido de récord en número de viajeros y en el tercer trimestre del año más de 1,8 millones de turistas durmieron en alojamientos de la comunidad, casi un 6% más que en el mismo periodo del año pasado. La provincia de A Coruña acapara casi la mitad de visitantes que llegaron a Galicia entre julio y septiembre y las Rías Baixas concentran la tercera parte. Los 286.085 viajeros que estuvieron Lugo y los 100.101 que descubrieron la provincia ourensana representan juntos el 20% del total. Pero en términos relativos, el mayor incremento se da en Pontevedra con un crecimiento del 16% hasta sumar 587.212 turistas en el tercer trimestre. El repunte de la afluencia este verano se situó en un 8% en Lugo mientras que en A Coruña y Ourense se movió en torno al 4% de aumento. Según las estadísticas de la Xunta, las pernoctaciones en estos meses alcanzaron también cifras históricas con 3,7 millones y son un 8% más que en 2015.

Los tres grandes segmentos del marcado lograron cifras récord en verano. El turismo interno -los gallegos que viajan sin salir de la comunidad- creció un 8,8% con más de 730.000 turistas contabilizados de julio a septiembre. Más de 900.000 viajeros que pasaron sus vacaciones en Galicia procedían de otras autonomías, un 8,1% más que en 2015. Y en cuanto a los extranjeros, son 520.000, un 4,4% que el año pasado y el doble respecto a hace una década.

El nivel de ocupación en los hoteles y pensiones también creció en el tercer trimestre un 3,7% respecto al año pasado al ocupar un 53,1% de sus plazas, el porcentaje más alto en los últimos 12 años. Las provincias de A Coruña y Pontevedra superan la media autonómica con ocupaciones del 56,4% y el 57,1% respectivamente, mientras que Lugo y Ourense se quedan por debajo con un 44,9% y un 34,3%.