Cierres de comisarías por las noches, centralización de servicios, ralentización de las investigaciones debido a la necesidad de cubrir las necesidades más urgentes, menos patrullas en las calles para garantizar la seguridad... Son algunas de las consecuencias de los recortes de los últimos años en las fuerzas de seguridad del Estado. En el caso de la Policía Nacional, el déficit de personal alcanza el 15%, según los sindicatos, respecto a los 3.000 efectivos que recomienda el Ministerio del Interior en su catálogo de puestos de trabajo en Galicia. La plantilla actual consta de unos 2.600 efectivos y se necesitarían otros 400 para alcanzar la cifra ideal que determina el Gobierno central. Según la Confederación Española de Policía (CEP) es una estimación "obsoleta" que no refleja las necesidades reales del servicio al ciudadano que debe dar a día de hoy este cuerpo, por lo que consideran que la carencia es aún mayor. Alertan además que a partir de ahora cada año la situación se agravará aún más debido al aumento de las jubilaciones y la falta de reposición en el Concurso General de Méritos en la que -señalan- se convocan muy pocas plazas para Galicia.

A nivel nacional, se ha pasado de promociones de 5.000 puestos en épocas de bonanza a otras de apenas 200 policías. Sin embargo, la prórroga de los presupuestos estatales debido hasta ahora al bloqueo para formar gobierno en Madrid no tendría por que afectar a la próxima oferta de empleo público de las fuerzas de seguridad del Estado y los planes del Ministerio de Interior pasan por convocar en 2017 unas 5.000 plazas equivalente al 100% de la reposición de las plantillas de la Policía Nacional, Guardia Civil e Instituciones Penitenciarias.

El secretario regional de la CEP, Fernando Patiño, insiste en que aunque las reposiciones comiencen este mes, esos alumnos que optan a 1.299 plazas de la Escala Básica para toda España no serán policías hasta dentro de dos años y primero se cubrirán las vacantes en las grandes ciudades. Por lo tanto, avisa de que por lo menos en los próximos cuatro años continuará esta tendencia a la baja. Con una media de 30 jubilaciones por mes, en solo un año quedarían vacantes 360 puestos que se sumarían a los 400 actuales, de forma que el déficit se elevaría del 15% al 25%.

Las consecuencias de esta merma de personal paulatina ya se empieza a notar en la calle con un 10% menos de patrullas velando por la seguridad ciudadana, tal y como advierte Patiño, quien añade que "la escasez de agentes y su mala distribución" está dejando sin policías suficientes par cubrir los servicios mínimos. Pone como ejemplo el 091 y el cierre de oficinas de denuncias el pasado verano, como ocurrió con una de las dos de A Coruña y otra en Monforte.

Si la plantilla ya es reducida durante todo el año, en la época estival con las vacaciones de los funcionarios el recorte se agrava un tercio más. Destaca los casos de comisarías como Ribeira, Viveiro, Monforte, Marín y Tui, donde están "bajo mínimos" y si en verano les falta un policía "es imposible cubrir servicios".

Los departamentos de Extranjería y de policía científica y judicial son algunos de los más afectados por el déficit de efectivos, y sobre todo, en opinión del secretario regional de la CEP, los grupos de investigación que se ven obligados a "alargar mucho más" la búsqueda de pruebas para resolver los casos recibidos.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) también alertó de que la escasa dotación de comisarías como A Coruña y Vigo pueden incidir en el aumento de robos en viviendas. En este área si se percibe un repunte se reforzarían con agentes de otros departamentos para atajar este "problema puntual", por lo que siempre habrá "una pata coja" y servicios "menos atendidos". El cambio de horario laboral y en el sistema de turnos para las patrullas que cubren las 24 horas acordado entre el Gobierno y los sindicatos -excepto el SUP- añade más complicaciones a la ya de por sí elevado déficit de plantilla.

El servicio que antes de abril cubrían diez agentes en cinco turnos, en los últimos meses lo realizan 11 en cinco turnos y medio. Este cambio obliga a asignar agentes de las brigadas de Seguridad Ciudadana que realizan su actividad en la calle a cubrir tareas fijas en los edificios oficiales del cuerpo de seguridad.

Desde la CEP solicitan al Ministerio del Interior que para paliar esta sangría se amplíe el presupuesto para jornadas extraordinarias que permita suplir la falta de personal hasta que se cubran todas las vacantes.