El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prescindirá de la gallega Marta Fernández Currás en la nueva composición de su departamento. Dejará el cargo de secretaria de Estado de Presupuestos, en el que lleva desde diciembre de 2011 y al que había accedido desde la Consellería de Facenda de la Xunta tras la fusión de las cajas de ahorro gallegas.
Suya ha sido la responsabilidad en los últimos años de diseñar los presupuestos generales del Estado y, sobre todo, de rebajar el déficit público a la senda marcada por la Unión Europea. Sin embargo, los objetivos no se cumplieron a pesar de la continua flexibilidad concedida por las autoridades comunitarias y hasta se llegó al punto de que España estuvo a punto de ser el primer Estado de la Unión Europea -junto con Portugal- multado por incurrir en un déficit excesivo, referente al ejercicio 2015.
No obstante, a pesar de librarse de la sanción en el último momento, sobre España aún pesa la amenaza fundada de que la UE le congele parte de los fondos comunitarios el próximo año por no ser capaz de corregir el desfase presupuestario.
En este escenario es en el que Fernández Currás dejará una de las áreas de gestión más complejas de la primera legislatura de Mariano Rajoy y el cargo al que llegó tras protagonizar el fiasco de las cajas de ahorro gallegas. En su etapa al frente de la Consellería de Facenda impuso la integración de Caixanova y Caixa Galicia pese al fuerte rechazo que la operación suscitó en parte de la sociedad gallega y a la oposición de la entidad del sur de Galicia. La fusión fracasó y tras ser nacionalizado el banco resultante, este tuvo que ser vendido.
En su empeño de casar a las dos cajas gallegas, Currás impulsó una ley en el Parlamento para obligar a la fusión. E incluso, para justificar la integración, vendió como due diligence -una auditoría intensiva- lo que al final se demostró que no era tal. Pagó un millón de euros por "diagnóstico acelerado de la viabilidad" de la fusión que KPMG, su autor, confesó que no era "en ningún caso una auditoría". Ese informe, que no se hizo público en su totalidad, no recomendaba además el enlace de Caixanova y Caixa Galicia, a pesar de que Currás sostuvo en todo momento que el estudio concluía que la integración era "solvente".
Su paso de la Consellería de Facenda a la Secretaría de Estado de Presupuestos se interpretó en su momento como la mejor salida posible que pudo buscar el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras el fiasco de la fusión de las cajas gallegas.
A la salida de Currás en Hacienda también se suma la del secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, el responsable de poner en marcha la reforma fiscal.
En la remodelación del Gobierno central, quien sí ocupará un puesto de alto cargo en el segundo escalafón de la Administración del Estado será la actual senadora ourensana del PP Edelmira Barreira. Encontrará acomodo en el área de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para quien trabaja desde 2012 como directora adjunta del gabinete -lo que demuestra que es de su máxima confianza-, solo que ahora lo hará en un nivel más elevado de responsabilidad. Licenciada en Ciencias Políticas, fue en la novena legislatura directora adjunta de la Asesoría del Grupo Parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados.
