"Del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares". Esta frase la llevan los chinos hasta las últimas consecuencias. Las exportaciones españolas de carne de este animal al gigante asiático han aumentado un 130% en el último año, pero no es el jamón serrano lo que más se vende, ni el chorizo ni la morcilla, sino la carne de cerdo y, sobre todo, los despojos, que suponen tres cuartas partes del total.

Los despojos de cerdos son el producto que encabeza las exportaciones nacionales a China, por encima del aceite de oliva y el vino. Las partes del cerdo que menos valor y menos salida tienen, los despojos (sesos, intestinos, riñones, estómago, corazón, oreja, patas...) son los que más compran los chinos por centenares de contenedores. Y no hay que olvidar que en China hay 1.300 millones de bocas con un paladar habituado al cerdo.

En el primer semestre, el volumen de las exportaciones de productos porcinos españoles a China aumentó un 128% respecto a 2015. Y en los nueve primeros meses ya alcanzó el 130%. El gigante asiático es el principal receptor de la carne y productos porcinos españoles que salen al exterior, ya que abarca el 48% de las exportaciones totales.

De los mercados extracomunitarios que tiene España, China es el más relevante, con un volumen de ventas por valor de 327 millones. Pese a todo, el comercio internacional de productos porcinos entre España y China, que comenzó en 2007, es bajo comparado con el que tiene con otros países.

En los últimos 10 años España ha duplicado sus exportaciones de carne de cerdo al resto de países al pasar de las 514.497 toneladas a las 1.157.811 y de 960 millones de a 3.019,75.