"Es un error mezclar el debate identitario" con las negociaciones del futuro modelo de financiación autonómica, un modelo que debe basarse "en criterios razonables, objetivos y transparentes" y "tener vocación de futuro", defendió ayer en Barcelona el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien pronunció una conferencia que llevó por título Estabilidad y sostenibilidad en un Estado descentralizado, en el Círculo de Economía de Barcelona.

Feijóo expuso que "lo identitario tiene una fuerte carga de subjetividad, lo financiero debe ceñirse a criterios objetivos, como el coste real de los servicios, su prestación o la estructura demográfica de la población que recibe los servicios".

El líder del PP gallego se fue a la capital catalana a tender puentes con los defensores de la independencia catalana, pero también a dejar claro que Galicia defenderá sus intereses y se negará a ser moneda de cambio. Ya en su investidura como presidente de la Xunta, tras repetir mayoría absoluta el 25-S, Feijóo, en presencia de Mariano Rajoy, advirtió de que no permitirá que Galicia salga perjudicada en la nueva financiación por las "pretensiones soberanistas", de Cataluña. No quiere Feijóo que suceda como con el actual sistema, pactado por el Gobierno de Zapatero, que, en su opinión, "derivó en el sometimiento de 16 comunidades a la restante".

La responsable de recomponer las relaciones Estado-Cataluña es la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que se enfrenta a una misión delicada, pues debe negociar con la Generalitat, dispuesta a un referéndum sobre la independencia. La número dos del Gobierno no solo tendrá que buscar el entendimiento con Cataluña, debe hacerlo sin molestar a las demás autonomías. Galicia, la única gobernada con mayoría absoluta, ya ha sido la primera en alzar la voz, y alertar que no permitirá que la solución perjudique a los gallegos. Ayer mismo, Feijóo expresó su malestar porque el FLA, mecanismo estatal habilitado para las comunidades con apuros económicos que ha permitido "condonar 1.500 millones de intereses" anuales a Cataluña, fue "una sobrefinanciación" para la Generalitat, "sin pactar con el resto de comunidades ni informar".

Invitado por el presidente del Círculo de Economía de Barcelona, el vigués Antón Costa, Feijóo hizo un llamamiento para que el diálogo de Gobierno central y Cataluña se aborde "sin líneas rojas" y con "muchos teléfonos rojos" y que "la ley no sea un obstáculo para la empatía". En presencia del coordinador general del PP catalán, Xavier García Albiol, y el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, admitió que "no es fácil de explicar que a Cataluña no se le dé un concierto económico cuando lo tienen vascos y navarros". "Estas cosas se pueden cambiar, plantear y discutir. El problema es cómo nos ponemos de acuerdo en los contenidos del concierto, cómo se mide y qué se pondera", aseguró.

El titular de la Xunta abogó "por hacer más autonómico el Estado de las autonomías", para que las comunidades "no sean algo periférico del Estado español, sino que sean algo nuclear".