Los daños causados por las nevadas y el viento hace poco más de una semana en muchas plantaciones de castañas de la provincia de Ourense ya no solo implican un problema inmediato como es la retirada de muchos árboles y el adecuado tratamiento y la poda de los que sobrevivieron maltrechos, con el consecuente desembolso económico que acarrea para los propietarios y que en muchos casos no pueden afrontar. Los estragos meteorológicos en el sur de la provincia de Ourense tendrán consecuencias en la cosecha del próximo año, ya que provocará un descenso en la producción de hasta un 40 y un 50% en algunas de las zonas afectadas.

Municipios como Riós, Castrelo do Val, Vilardevós, A Mezquita, entre otros, es donde se registraron mayores daños en los soutos. Desde varios concellos y partidos políticos se está instando a la Xunta y a la Diputación a prestar ayuda, no solo técnica para realizar podas "en condiciones" y tratamientos que eviten la entrada de enfermedades en los árboles, sino también económica para la retirada de los castaños que son irrecuperables y para la repoblación de estos.

En concellos como Riós y Castrelo do Val la producción puede menguar entre un 40 y 50% el próximo otoño, según advierte el concejal del BNG en Castrelo, Xosé Barxa Branco. Y los nuevos árboles que se plante, detalló, no empezarían a dar fruto hasta dentro de siete o ocho años.

A los productores les preocupa esta situación ya que la castaña es un pilar importante en la economía de estos municipios, ya que muchas familias ingresan hasta 8.000 euros con la recogida de este fruto.

El alcalde de Riós, Francisco Veiga, confirma que solo se vio afectada una parte del municipio y en esas zonas la merma podría incluso superar el 50%. Dice que se está realizando un trabajo de campo a través del Centro Agroforestal de Riós, también en Castrelo y se irá a la Mezquita, y en una semana o 15 días estará listo y se actuará conjuntamente para reclamar ayudas.