El ministro de Fomento aboga en determinados casos por invertir en la mejora de las líneas actuales en vez de construir una nueva infraestructura, una alternativa que llevaría más tiempo y dinero y pone el ejemplo de la variante de Ourense. Explica que en caso de que se construya una vía alternativa supone una inversión de 600 millones de euros y estaría lista para el horizonte de 2020 ó 2021, mientras que si se mejora la vía actual, la obra será más rápida, y que la diferencia en tiempo de viaje es de cuatro minutos.

"Hay que reflexionar si por cuatro minutos de tiempo de viaje merece la pena destinar 600 millones de euros o si es mejor emplear esta inversión en otro fin", indicó el ministro. "El debate se ha centrado mucho en cuánto dinero se va a invertir y menos en términos de tiempos de viaje", consideró De la Serna.

El titular de Fomento, que el pasado lunes se reunió en Santiago con Alberto Núñez Feijóo y dejó en el aire la fecha de conclusión de las obras del AVE, comprometida hasta ahora para 2018, no comentó entonces esta posibilidad para la variante de Ourense. Hoy dice que el AVE se podría retrasar hasta 2020 o 21 si mantiene el proyecto de la variante de Ourense.

El ministro asume que su Departamento tendrá "una cierta limitación" en el Presupuesto de 2017 ante la exigencia del objetivo de déficit, con lo que abogó por contar con la colaboración de la inversión privada y de las comunidades autónomas. "Fomento tratará de ser lo más eficiente posible con el dinero con que cuente", garantizó el ministro en declaraciones a los Desayunos de TVE.

"También buscaremos fórmulas de colaboración público-privada, un sistema que puede aplicarse a determinado tipo de infraestructuras, y trabajaremos con las comunidades autónomas para buscar acuerdos con los que podamos compartir inversiones", indicó De la Serna.

No obstante, el ministro aseguró que gran parte de las obras actualmente pendientes, "sobre todo del AVE", no dependen de contar con un mayor presupuesto, sino "de ser más ágiles solucionando problemas administrativos". "Es un factor muy importante en la obra pública", según apuntó el ministro, que además reconoció que se ha visto afectado tras casi un año de interinidad del Gobierno.