Los militares de 45 años que no son profesionales de carrera empiezan a irse a las colas del Inem. Más de 4.000 efectivos de Tropa y Marinería destinados en Galicia, más del 80% de soldados, marineros, cabos y cabos primeros de ambas escalas afincados en la comunidad, se verán forzados en los próximos años a abandonar las Fuerzas Armadas en virtud de una ley de 2006 por la que los profesionales con contrato temporal al cumplir los 45 años deben colgar el uniforme. En el conjunto del Estado, serán más de 37.000 los afectados por la Ley de Tropa y Marinería aprobada hace seis años, de los que más del 10% están en las bases de Ferrol y Figueirido (Pontevedra). El volumen de efectivos en Galicia que tendrán que dejar el Ejército supone el 40% de los casi 10.000 militares destinados en la comunidad.

Entre este año y el próximo, serán más de 400 los efectivos que se irán al paro en toda España por la finalización del contrato de larga duración, casi una treintena de Galicia. Pero a partir de 2018 la cifra de abandono se multiplicará exponencialmente. Según estimaciones de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) en Galicia, en tan solo cinco años los ceses forzosos se agravarán, ya que se multiplicarán por seis. A partir de 2022, el número de profesionales que al cumplir los 45 años se verán obligados a dejar las Fuerzas Armadas tras finalizar su compromiso de larga duración sin haber promocionado a las plazas limitadas de suboficial, oficial, tropa permanente, personal civil del Ministerio de Defensa, Guardia Civil, Policía Nacional o personal civil de otros ministerio superará los 150 cada año en Galicia.

El número de efectivos de Tropa y Marinería en Galicia ronda los 5.000 -1.899 del Ejército de Tierra, 2.981 de la Armada y 90 del Ejército del Aire-, según las estadísticas del Ministerio de Defensa de 2015. Actualmente el 22%, un total de 1.092, son contratos temporales encadenados, hasta los seis años de servicios, denominados "compromiso inicial y renovaciones". El 60,5%, más de 3.000 corresponden, al contrato temporal hasta los 45 años, denominado "compromiso de larga duración". Apenas 900 militares de Tropa y Marinería, el 17,5% del total en la comunidad, son profesionales de carrera, lo que les permite permanecer en las Fuerzas Armadas hasta su pase a reserva como los oficiales y suboficiales. "Para ello hay que superar una oposición, a partir de los 14 años de servicio, para la que se publica un número de plazas testimonial", cuestionan desde AUME, que reclama una nueva ley que integre a las escalas de Tropa y Marinería y a las de complemento en la carrera militar.

La edad, según advierten desde la Asociación Unificada de Militares Españoles en la comunidad, "no es una medida de capacidad". "Las políticas de rejuvenecimiento que se aplican ya no son válidas cuando estamos hablando de unas Fuerzas Armadas modernas, totalmente mecanizadas y tendentes a sumir los últimos adelantos en los campo de defensa", cuestiona un portavoz de AUME en Galicia al tiempo que lamenta que se "desaproveche" y "minusvalore" a profesionales cualificados y expertos, "con un bagaje de realización de un servicio a la población, hasta con el riesgo de su vida por el solo hecho de haber cumplido 45 años".

Preguntado el Ministerio de Defensa por el alcance de la Ley de Tropa y Marinería de 2006, se limitaron a apuntan que el próximo martes día 20 de diciembre la ministra, María Dolores de Cospedal, "tiene previsto comparecer ante la Comisión de Defensa del Congreso" y que "probablemente informará de este punto".

AUME urge al Gobierno central que paralice los despidos por finalización de compromiso a los 45 años y se permita la reincorporación de aquellos militares que se han visto obligados a abandonar las Fuerzas Armadas por cuestión de edad o por efecto de expedientes psicofísicos. Los responsables de la asociación de militares ya han propuesto al Ejecutivo de Rajoy como solución que ponga en marcha el mecanismos establecido en el artículo 123.1 de la Ley de la Carrera Militar, por el que se faculta al Consejo de Ministros a adoptar las medidas necesarias para la reincorporación inmediata de los "reservistas de especial disponibilidad" que se ven obligados a dejar el uniforme a los 45 años.