-¿Cuál es la conducta que más cuesta cambiar al volante en Galicia?

-No hay gran diferencia entre las infracciones cometidas en Galicia y el resto de España. La velocidad, el alcohol y las drogas son los factores más influyentes y aún hay un número importante de conductores que circulan sin cinturón de seguridad. Tenemos prácticamente un 40% de influencia de velocidad, un 40% de distracciones y cerca de un 30% de alcohol y drogas.

-¿Cuál es el perfil de conductor de riesgo para el que ni siquiera la pena de prisión surte efecto?

-Sobre todo conductores relacionados con el consumo de alcohol o de drogas casi de manera enfermiza o con una dependencia grave y que además necesitan el vehículo, bien para trabajar o para desplazarse a los lugares de ocio. Son personas de una edad madura, superan los 30 y 40 años.

-¿Cuáles son las medidas que resultan más efectivas para los delincuentes viarios?

-Muchas, como la retirada del permiso o licencia de conducción. Pero una muy importante es el decomiso del vehículo. Lo que ocurre muchas veces es que no se puede relacionar el vehículo con el infractor y, por tanto, resulta complicado requisarlo cuando no es de su propiedad. Pero si retiramos la herramienta del delito, le quitamos de manera inmediata el medio que les hace seguir arriesgando su vida y la de los demás usuarios.

-¿A qué atribuye que este año haya aumentado la accidentalidad mortal?

-En los últimos años se venía avisando de este cambio de tendencia. Ya el descenso no era tan pronunciado y en 2016 tendremos un incremento en Galicia, como en el resto de España. ¿Los factores? Toca analizarlos por la DGT y determinar qué medidas deben adoptarse para revertir la tendencia. Entre los elementos que han podido influir están el aumento de la movilidad debido a circunstancias sociales y económicas y también de las distracciones. Ya no es solo el uso del móvil, sino todo lo que este conlleva: cada hay más aplicaciones, cada vez estamos más enganchados y queremos saber todo al momento. No somos capaces de posponer ni cinco segundos lo que nos están diciendo a través del móvil. Hasta lo más banal se está intentando conocer y, además, darle respuesta. Es algo que ha entrado a nuestra realidad y, en consecuencia, también a nuestro coche. Es complicado desenganchar de su uso en un sitio aislado en el que hay que estar al 100% porque al 99% es insuficiente.

-Las redes sociales son cada vez más utilizadas por los conductores para saber dónde hay un control de la Guardia Civil...

-No tienen el efecto beneficioso que algunos creen ya que la información que ofrecen no tiene rigor alguno. No se ajusta a la realidad y provoca que algunos se lleven sorpresa y donde no aparecían señalados esos controles, sí los haya, y donde sí lo estuvieron, ya hayan desaparecido. Esto lleva a engaño y no va a salvar al conductor de una denuncia, sino que le crea una falsa sensación de seguridad. Los conductores, al final, se acaban exponiendo a la carretera creyendo que no hay un control; y lo mejor que le puede ocurrir es que lo haya porque si no estaría en un barranco.

-Esas rutas alternativas para esquivar un control resultan ser las menos seguras.

-Un accidente en este tipo de vías puede provocar que el conductor no sea encontrado hasta el día siguiente. Lo que podía haber sido un siniestro en el que se podría haber salvado dentro de la llamada hora de oro, que es la que se estima para que pase algún usuario por la zona y dé el aviso, tiene un resultado fatal porque nadie le encuentra hasta por la mañana. Al confiar en las redes sociales se pone a los conductores en una situación de riesgo. Lo mejor que les puede ocurrir a los infractores es caer en un control de la Guardia Civil.

-¿Se hace un seguimiento desde la Agrupación de las redes sociales para reubicar los controles?

-Efectivamente. Hay algunos controles de los ya se ha alertado de su presencia a los cinco minutos de haber comenzado, pero hay un porcentaje elevado que termina a la media hora o a los 45 minutos y nadie ha avisado de él. Hay un índice muy bajo de retiradas de control en las redes una vez finalizados. Somos conscientes de cuándo son alertados los conductores, de manera que decidimos si seguimos con el control o cambiamos. Todo depende de la finalidad del control.

-¿Ha aumentado la tasa de reincidencia en los últimos años o se ha conseguido reducir?

-Se ha estancado e incluso se ha reducido porque hay una vigilancia mayor hacia estos reincidentes. La Agrupación hace un seguimiento especial de los conductores de riesgo, tanto reincidentes como multirreincidentes y aquellos que consumen alcohol o drogas o conducen sin carné así como transportistas (mercancías y viajeros) sobre los que pesa una denuncia. Eso ha hecho que disminuya ese perfil. Pese a que son pocos, suponen una especial peligrosidad.

-La Fiscalía de Seguridad Vial creará en 2017 un equipo de criminólogos para ajustar la pena al perfil del conductor de riesgo ¿Contribuirá a la reinserción de los delincuentes viarios?

-Así se ofrecerá una solución más real y efectiva para poder reinsertarlo, o al menos disuadirlo de que no siga conduciendo en esas condiciones. Es una apuesta buena y muy oportuna. Es una iniciativa pionera en el ámbito autonómico.

-¿Es suficiente la implicación de las administraciones en materia de seguridad vial o aprecia un silencio cómplice que obstaculiza el trabajo de la Agrupación y de la DGT?

-En el tema de seguridad vial nunca es suficiente lo que se haga. Un muerto es mucho, pero un parapléjico, un herido físico o psíquico también. Hagamos lo que hagamos siempre nos quedaremos cortos para lograr nuestro objetivo: cero víctimas. Buscamos esa colaboración y en los últimos años se ha notado que son muchas las administraciones que reman en la misma dirección. Y pedimos que sigamos en la misma senda: educación, concienciación, formación e información y controles en las respectivas demarcaciones. La primera parte es concienciar, si no lo hacemos no podemos avanzar.

-¿Cómo está funcionando el plan de radares móviles, con la publicación de los tramos vigilados en la web de la DGT?

-Todavía es pronto para evaluarlo. Está funcionando bastante bien. Si hay algo que mejorar, una vez que se dé un tiempo para analizarlo en profundidad, se aplicará.

-¿Es partidario de que los radares estén visibles o cree que no deberían ser publicados para garantizar un mayor cumplimiento de los límites de velocidad?

-En la velocidad, como en el resto de amenazas de la seguridad viaria, tenemos que combinar esa parte disuasiva, con esos avisos, con una parte más oculta e incierta que sirve para determinados perfiles que aprovecharían esa total visibilidad para hacer lo que quisieran. Hay que combinar la visibilidad y la incertidumbre. Se apuesta por la visibilidad, y tiene muy buenos beneficios, pero hay una parte que el conductor nunca debe conocer.

-Los conductores sorprendidos ven un afán recaudatorio detrás de cada control de radar?

-No están en lo cierto. Es un error y es injusto. No hay un objetivo por conseguir un número determinado de denuncias. Cada accidente mortal o grave nos duele. Nuestro objetivo está en recaudar vidas. Estamos más en los lugares donde más problemas hay. Pero eso no quita que alguna vez nos encuentren en un lugar donde la problemática es mínima. Nuestra presencia ahí también es necesaria para que eso siga siendo así. Nunca podemos abandonar una carretera por menos peligrosa que sea. Tratamos de encontrar a los infractores antes de que sea demasiado tarde. De nada sirve encontrarnos a una persona borracha, sin cinturón o sin casco cuando ya está muerta. Es una impotencia, porque si la hubiéramos encontrado antes y la hubiésemos denunciado podría haber reconducido su actitud en ese momento o en el futuro. Y si llegamos tarde, también tiene consecuencias para quienes lo hacen bien en carretera. En Galicia, un tercio de los fallecidos lo habían hecho todo bien en carretera.

-¿Es partidario del alcohol cero al volante?

-Es lo ideal pero es complicado en una cultura como la nuestra, unida al alcohol como elemento social. Como tal, el legislador es consciente. Ahora bien, lo mejor y lo aconsejable es el alcohol cero al volante. Con esa tasa, no hay fallo de ningún tipo y no hay que calcular cuánto influye por el peso, falta de costumbre? Con el alcohol cero tenemos la absoluta garantía de que no influye en la conducción.

-Galicia es la tercera comunidad con más positivos en drogas. ¿Cómo atajar esta reciente lacra de la accidentalidad en la red viaria gallega?

-En colaboración con el estudio del Imelga ya sabemos qué habían consumido los fallecidos. Cerca de un 10% de los muertos y heridos causantes de un accidente mortal habían consumido drogas. La incidencia es importante. Hacemos cada vez más controles y detectamos un número cada vez mayor de infractores. Creo que a medio plazo va a disminuir la presencia de droga en los conductores.

-¿Han percibido un aumento del uso del conductor alternativo o del transporte público?

-Sí. En la actualidad, por ejemplo, en los Carnavales de Verín se ven autobuses y taxis para arriba y para abajo. El efecto es más potente en los eventos multitudinarios, en los que los conductores saben que vamos a estar, incluso la mañana y la tarde del día siguiente para ver si se ha metabolizado el alcohol consumido. Nuestro trabajo no acaba cuando se termina la fiesta. Y es que muchos se echan en el coche a dormir unas horas, pero es insuficiente. Nos preocupan más los lugares donde el consumo es más esporádico y no se hace tanto uso del transporte público o del conductor alternativo. Pero en conjunto, el efecto es mayor, muy logrado en los grandes eventos donde hay cientos de personas consumiendo.

-¿Todavía hay un porcentaje importante de conductores y usuarios sin cinturón de seguridad o menores que viajan sin sillas de retención?

-Todavía hay un 30% de conductores y usuarios fallecidos sin cinturón de seguridad. Es un porcentaje elevado. Por una parte están las personas que empezaron a conducir sin ser obligatorio, las que continuaron siendo obligatorio pero lo utilizan solo en los asientos delanteros. Pero también hemos detectado jóvenes, que con la mente distraída debido a la influencia del alcohol o las drogas en lo que menos reparan es en el uso del cinturón. El tóxico produce el accidente y la ausencia de cinturón, lo agrava. Si había posibilidades de salvarse, disminuyen bruscamente. Esta situación es preocupante porque estos chavales ya nacieron con la cultura de las sillas de retención y probablemente aconsejaron a sus padres ponerse el cinturón. En cuanto a las sillas de retención infantil, es importante llevar el sistema homologado de acuerdo con el peso y la altura, y que estén bien ancladas al vehículo. De nada sirve tener una silla si no está bien anclada porque así el menor saldrá disparado como un cohete.

-Galicia se mantiene a la cabeza de España en atropellos. ¿Qué cabe hacer para concienciar de la importancia del uso de los chalecos reflectantes?

-Hay cada vez mayor interés, pero queda mucho por hacer. El 15% de los fallecidos en las carreteras gallegas son peatones, cuatro puntos por encima de la media de España. Es algo todavía problemático en la comunidad gallega, pero no podemos resignarnos y debemos seguir actuando. Es importante que los familiares y vecinos también se impliquen. Hay una bolsa importante de peatones, en especial personas mayores, a los que sus familiares no consiguen convencerles de que lleven el chaleco reflectante. El entorno familiar y vecinal es muy importante para que se empiece a ver como algo extraño que una persona mayor con dificultades sensoriales, psicomotrices, no lleve dispositivo de visibilidad.