-¿Qué resultados se han logrado con el plan de seguimiento a los conductores de riesgo en la comunidad gallega, donde hace un año tenían identificados a unos 5.000?

-Ya son menos. Se atreven menos a arriesgar porque son conocedores de que hay un mayor control y vigilancia por parte de la Agrupación. No podemos esperar a caiga ese conductor de riesgo relacionado con delitos viarios, tenemos que tener un actitud más proactiva para adelantarnos a ese hecho.

-¿Cuál es el perfil mayoritario de los conductores sometidos al plan de vigilancia?

-Alcohol y drogas. Y también sin permiso de conducir, bien porque no lo tienen o porque se la ha retirado judicialmente o por vía administrativa. También hay un perfil de jóvenes entre 20 y 30 años que son conductores temerarios, muy dados a las competiciones y a la alta velocidad, a asumir riesgos al volante y a creer que las carreteras son circuitos. Sobre estos tratamos de hacer un seguimiento especial.

-¿Cuáles son los puntos calientes?

-Hemos detectado casos en A Mariña, A Costa da Morte, alrededores de A Coruña y Pontevedra. Donde los detectamos, trabajamos hasta desactivarlos y neutralizarlos. Vigilamos a varios centenares de chavales, con mayor o menor peligrosidad, bien porque echan un pulso a todo o porque están en un segundo plano como espectadores y aplauden esos comportamientos. Los especialmente peligrosos son unos 50. Consolidado como circuito en Galicia, ahora no tenemos detectado ninguno.

-¿Qué medidas se tomarán para evitar que conductores, bien por despiste o conducción temeraria, entren en sentido contrario en las autopistas o autovías de la comunidad?

-Además del refuerzo de la señalización, se promoverá una rápida alerta e intervención de las unidades afectadas (Guardia Civil, mantenimiento) y aviso a los usuarios de las vías a través de los paneles de mensaje variable para evitar la colisión.