Tras varios aplazamientos, las próximas vacaciones de Semana Santa (en abril) serán finalmente las primeras donde el alquiler de pisos y apartamentos a turistas en Galicia quedará sujeto a una regulación autonómica que establece con profusión de detalles las restricciones, las obligaciones y los requisitos necesarios para ejercer esta actividad, que estaba en el limbo legislativo desde que en el año 2013 las viviendas vacacionales -aquellas que los particulares alquilan a visitantes durante cortos espacios de tiempo, en mayor medida durante el verano- quedaron fuera de Ley de Arrendamientos Urbanos del Estado. Según aseguró la Xunta, el decreto estará plenamente en vigor antes de Semana Santa y en su régimen de infracciones y sanciones fija una multa mínima de 901 euros para quienes alquilen los pisos sin haber presentado ante la Administración la correspondiente declaración responsable, que a efectos prácticos funciona como una autorización administrativa o licencia. En caso de reincidir en esta práctica, sin comunicar a la Xunta el ejercicio de la actividad, la multa llegaría en su supuesto máximo a los 9.000 euros.

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