Un total de 1.903 personas podrán participar entre mañana y el lunes en las primarias para elegir la dirección de En Marea y relevar la fase provisional actual. En el proceso competirán tres listas, siendo Máis Alá! la que impulsaron las principales fuerzas del proceso de confluencia, con Luís Villares al frente, aunque las diferencias internas por su rol han desgastado a las bases. De hecho, el manifiesto de alcaldes que lanzó la creación del partido logró 2.500 apoyos el pasado verano.

El censo será sensiblemente inferior a los 13.415 inscritos que pudieron participar en la elección de las candidaturas electorales para el 25-S. Estas fueron votadas por 10.143, si bien en aquella consulta de septiembre se permitió la participación de la militancia de Podemos. El censo de En Marea supera el millar de los participantes en la asamblea constituyente de Vigo - el pasado 31 de julio- o en el plenario de diciembre. Además su número de inscritos ha alcanzado ya los 1.979, aunque algunos se apuntaron cuando se había cerrado el censo de las primarias.

Las "regueifas" en el seno del partido, como las calificó Xosé Manuel Beiras, amenazan no solo con desmovilizar a sus bases, sino con avivar diferencias internos. El pasado julio, En Marea trasladó como mensaje central la ilusión. Desde entonces, acumula un éxito electoral al superar en votos al PSdeG como segunda fuerza de Galicia, pero también roces en el seno de la formación, como poner en solfa el rol de Villares apenas unos meses después de dar el salto a la política desde su plaza de juez del Tribunal Superior de Xustiza, a la que volverá cuando concluya su periplo político.

La candidatura Máis Alá! incluye al portavoz parlamentario como número uno, pero no lo considera idóneo para ejercer ese puesto a nivel orgánico, en contra del deseo del propio Villares y también de Beiras, que si salta a la coordinadora deberá renunciar bien a ese puesto o bien a su liderazgo en Anova, que afronta a finales del próximo mes una asamblea para decidir su futuro.

La coordinadora provisional de En Marea no logró sellar el proceso interno con la deseada "candidatura única". A la lista de consenso le salieron dos rivales significativos por sus integrantes. Queremos participar está impulsada por el colectivo Cerna y una de las escindidas de AGE la pasada legislatura, y Somos quen cuenta con miembros de Anova.

Expansión territorial

Ahora queda por delante la expansión territorial de En Marea, en la que competirá con Podemos, que también planea fortalecer su estructura local.

La vista está puesta en 2019, año en el que habrá elecciones municipales y serán un prueba de fuego para las tres joyas de la corona de las mareas: Santiago, A Coruña y Ferrol, donde, por cierto, el PSdeG presenta peor situación interna en su pugna por liderar la izquierda. En 2015, Podemos renunció a participar en la cita y sus miembros de integraron a título individual en muchas mareas.

La estrategia morada estará determinada por el resultado de la asamblea de Vistalegre de febrero. La cúpula gallega, sin embargo, dejó claro que su alianza con En Marea para diluir sus siglas no supone enterrar el partido. Su convivencia determinará la salud de un espacio político que, ahora mismo, lidera la alternativa al Partido Popular.