El pasado año perdieron la vida un total de 107 personas en los accidentes de tráfico registrados en las vías interurbanas gallegas, lo que se traduce en un incremento del 16% con respecto al ejercicio anterior. Hubo 15 muertos más que en 2015, lo que sitúa a la gallega como la segunda autonomía en la que en términos absolutos más crecieron las víctimas mortales, solo superada por la Comunidad Valenciana. 2017 tampoco arrancó bien y continúa la tendencia negativa con un mes de enero negro para las carreteras gallegas. Siete personas fallecieron en accidentes de tráfico el mes pasado, un balance que supone más de doble que los tres muertos registrados en enero de 2016. Enero de 2016 se convirtió, de hecho, en uno de los meses con menos víctimas desde que hay registros en el Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste.

Por provincias, en la de A Coruña se registraron dos fallecidos en dos siniestros frente a un muerto en un accidente en enero de 2016, lo que supone el doble; mientras que en la de Pontevedra se contabilizaron dos fallecidos mientras que el año pasado no hubo ninguno en ese mes.

Por su parte, en la provincia de Lugo se mantuvieron las mismas cifras, al concluir enero con dos fallecidos en dos accidentes; y en Ourense se contabilizó una víctima en un siniestro, mientras que en el mismo periodo de 2016 no hubo muertos.

Los datos de Tráfico del primer mes de 2017 reflejan que de los siete accidentes, tres se debieron a atropellos; dos fueron salidas de vía y hubo una colisión.

En cuanto a las edades de las víctimas mortales, tres eran mayores de 65 años y dos tenían entre los 36 y 45 años, mientras que un fallecido se situaba entre los 46 y 55 y otro entre los 56 y los 65.