Tras la llegada de la alta velocidad a Ourense, la siguiente prioridad en la agenda de la Xunta será el AVE a Lugo. Así se lo comunicó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a la alcaldesa de la ciudad, Lara Méndez, a la que propuso un pacto entre PP y PSOE para defender este corredor que considera "irrenunciable". El Ministerio de Fomento ha retrasado a 2019 la entrada de la alta velocidad en Galicia pero la conexión entre Vigo y Ourense por Cerdedo sigue sin plazos. Este enlace lleva cuatro años pendiente de un estudio de evaluación ambiental.

Para el presidente de la Xunta, sin embargo, "la prioridad después de la conectividad con Ourense" es el AVE a Lugo. "Es justo y legítimo que esta ciudad no quede descolgada de la alta velocidad", trasladó ayer Feijóo. Para impulsar este corredor apeló a un pacto PP-PSOE, al que invitó también a sumarse a En Marea y BNG. El pasado mes de diciembre después de que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, cuestionara la viabilidad de la variante de entrada del AVE a Ourense, el ministerio se apresuró a aclarar al día siguiente que se mantenía el compromiso con todos los trayectos comprometidos, incluído el corredor entre Vigo y Ourense. Este enlace, cuyo trazado discurrirá a través de Cerdedo, permitirá la conexión directa por alta velocidad entre la ciudad olívica y la Meseta.

En la última reunión que el presidente de la Xunta mantuvo en Madrid con el ministro de Fomento, éste le comunicó que la conclusión de las obras para la entrada del AVE a Galicia se demorarán hasta finales de 2019, pero en este encuentro no se abordó la situación de la alta velocidad Vigo-Ourense ni se pusieron plazos. "Para hacer el AVE a Vigo es necesario que primero llegue a Ourense", alegó Feijóo recalcando que la prioridad era culminar las obras de conexión con la Meseta.

La previsión es que culminen a finales de 2019 pero, en todo caso, el tren de alta velocidad llegará a Galicia sin que esté terminado el tramo de 17 kilómetros entre Taboadela y Ourense, que ni siquiera se ha licitado. La previsión es que se concluya en 2021 ó 2022.

Y una vez el AVE llegue a Ourense, la siguiente estación será Lugo. La Xunta quiere priorizar esta conexión de alta velocidad, una vieja promesa electoral del PP gallego sobre la que, sin embargo, todavía no se ha dado ningún paso. "Si nos ponemos de acuerdo en priorizar este tramo, será más fácil. Galicia adebe hablar con una sola voz", demandó ayer Feijóo.

Por su parte, Lara Méndez advirtió de que los lucenses no quieren "ser más, pero tampoco menos" que los habitantes del resto de ciudades gallegas. "No podemos quedar aislados, porque después será imposible recuperar ese espacio y seguir evolucionando", apuntó.

Al hilo de ello, ambos dirigentes abordaron también la situación de la intermodal de Lugo, una infraestructura "importantísima" para la alcaldesa e "imprescindible" según Feijóo. En el transcurso de una "intensa" reunión, como la calificaron ambos mandatarios, la regidora logró el compromiso de Feijóo de construir una nueva residencia pública de mayores en Lugo.

"Es necesaria", argumentó, tras apuntar que hace 40 años que no se construye ninguna en una ciudad muy envejecida y cuyos mayores perciben las pensiones más bajas del Estado.