Camionetas y furgonetas. Son el nuevo objetivo de la DGT en la campaña que puso en marcha ayer y que se prolongará hasta el próximo domingo. Este tipo de vehículos suponen ya el 16% del parque móvil -en Galicia ya superan los 246.000- y sufren también el 16% de los accidentes con víctimas.

Cada año, unas 500 personas fallecen en España en siniestros en los que se vieron implicados furgonetas o camiones. Velocidad, alcohol y drogas, distracciones, horas de conducción y descanso, tacógrafos, exceso de peso, seguridad de la carga, documentación del vehículo y uso de simuladores de Adblue (manipuladores en los motores para anular la reducción de gases de combustión)? Son algunas de las irregularidades e infracciones al volante que se perseguirán durante el dispositivo especial en el que participarán agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, así como policías autonómicas y locales.

Inspecciones

Durante los últimos cuatro meses, se realizaron en todo el país un total de 4.135 inspecciones a furgonetas y camiones, de las que un total de 1.135 (el 27,4% del total) presentaron algún tipo de deficiencia, falta de documentación o el conductor había pisado más de la cuenta el acelerador, había consumido alcohol o drogas o fue interceptado con el móvil. Los defectos más habituales detectados durante los controles de Tráfico se refieren al equipo de iluminación y el sistema eléctrico, así como a los ejes, ruedas, neumáticos, suspensión y chasis.

La última campaña de vigilancia en Galicia centrada en camiones y furgonetas se llevó a cabo en octubre. Entonces, también se controlaron los autobuses. De los casi 2.500 vehículos inspeccionados durante la semana que duró el dispositivo, un total de 249 fueron denunciados. La mayoría de las deficiencias, irregularidades o infracciones detectadas proceden de camiones y furgonetas: un total de 231 -casi el 93% del total- frente a las 18 interceptadas en transportistas de viajeros.

Las carreteras convencionales son el escenario de este tipo de accidente y la distracción es la principal causa. Hablar por el móvil, sintonizar la radio o teclear el destino en el navegador, ya causan cuatro de cada diez accidentes; y de ellos, casi la mitad son responsabilidad del conductor del camión o furgoneta implicados. Además, el 20% de los transportistas implicados en un accidente cometieron alguna infracción.

La elevada antigüedad de este tipo de vehículos, con una media de más de 12 años, supone un importante factor de riesgo ya que carecen de los sistemas y equipamientos de seguridad actuales, además de los problemas derivados del uso o su falta de mantenimiento.

En la campaña de esta semana, los agentes de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico inspeccionarán los camiones de reciente adquisición por si estuvieran manipulados sus motores (Adblue) para anular la acción tecnológica que reduce los gases de combustión, tal y como vienen ya de serie.

Se trata de un sensor que se encarga de avisar al conductor cuando la depuración de esos gases está bajo mínimos, hasta el punto de que puede llegar a reducir la marcha del motor. A raíz de la colocación de estos aparatos en los automóviles, se han comenzado a comercializar por internet otros dispositivos "emuladores Adblue" que anulan la acción de este sensor.

Con el objetivo de reducir la siniestralidad de camionetas y furgonetas, la DGT estableció la discriminación en los radares por tipo de vehículo. Galicia fue el escenario elegido para probar a comienzos del año pasado este cinemómetro que diferencia coches, furgonetas y camiones y, en consecuencia, salta según la limitación de velocidad específica para cada uno. El sistema fue instalado en la AG-55, que une A Coruña y Carballo en un tramo limitado a 110 km/h.