Galicia cumplió el año pasado el límite de déficit público establecido por el Gobierno central, al cerrar 2016 con un desfase del 0,58% del producto interior bruto (PIB), 0,12 puntos menos que el máximo, lo que, además, supone quedar por debajo del 0,6% autorizado para 2017. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayer este balance, que esgrimió para presumir de liderar una comunidad "que se consolida como referente en el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria".

Galicia cierra un año más ajustada a los máximos fijados a nivel autonómico después de que el Gobierno central de Mariano Rajoy los ampliase tanto para el año pasado como para el presente. En un principio, las comunidades deberían haber cerrado 2016 con un déficit del 0,3%, porcentaje que finalmente se elevó al 0,7% ante la imposibilidad de muchas para aplicar un tijeretazo de ese calibre. El 0,5% inicial para 2017 tornó en 0,6%. Con el margen extra, la Xunta elevó su endeudamiento para financiar inversiones.

Feijóo también cifró en 92 millones los intereses de deuda ahorrados desde 2014 y en 41 la rebaja fiscal aplicada el año pasado, por ejemplo, al impuesto de sucesiones.

El presidente de la Xunta destacó que el cumplimiento del objetivo de déficit fue posible por la "buena ejecución presupuestaria" alcanzada en 2016. En concreto, Galicia logró una ejecución del 100,9% del gasto no financiero (se suman remanentes de ejercicios previos, como por ejemplo, de fondos europeos).

Al hilo de este dato, el jefe del Ejecutivo resaltó que es posible ajustarse al presupuesto en año electoral y que éste no debe aprovecharse para "gastar lo que no se tiene" porque "los presupuestos están para cumplirse". Feijóo también destacó que el Gobierno "volvió a reforzar en 2016 el gasto social y los gastos de capital, correspondientes sobre todo a las inversiones. También subrayó que Galicia se consolida como la segunda comunidad con más inversiones recogidos en sus presupuestos, "duplicando la media autonómica".