El retorno a la filas del PSdeG del alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, fue auspiciado desde Ferraz. Después de ser expulsado del grupo socialista por facilitar que el PP se hiciera con la Diputación de Lugo -aunque solo tres meses hasta que el PSOE recuperó la presidencia con una moción de censura-, este regidor díscolo no solo ha sido readmitido sino que ostentará la vicepresidencia de la diputación provincial. La decisión se fraguó porque la comisión gestora del PSOE en Ferraz "animó" a buscar el acuerdo.

Así lo manifestó el portavoz socialista, Álvaro Santos, que ocupaba hasta ahora la vicepresidencia de la institución provincial y que a partir de este momento se encargará de Relaciones Institucionales para ceder su puesto a Manuel Martínez.

"La comisión gestora de Madrid nos animaba a buscar un punto de encuentro y aquel escenario donde pudiésemos ser más fuertes y pudiésemos tener más capacidad de sacar adelante nuestro planteamiento", sostuvo Santos para explicar el regreso de Martínez.

Además, explicó que el acuerdo con el alcalde díscolo se venía fraguando "desde finales de octubre" del pasado año. También corroboró que fue el jueves cuando "se materializa su inclusión dentro de la disciplina del grupo provincial socialista y el grupo comunica a la Diputación de Lugo su adscripción al grupo".

Sobre el expediente de expulsión del PSOE que se abrió a Martínez por respaldar propuestas del PP cuando era diputado no adscrito, Santos puntualizó que se trasladará "esta situación de aceptación de todo el grupo provincial socialista". "Por nuestra parte ese asunto está zanjado", aclaró.

Álvaro Santos fue hasta el jueves vicepresidente de la Diputación y tras el cambio de escenario insistió en que no se ha producido "ninguna cesión, ningún sacrificio, ni ninguna decapitación" sobre su persona. Además, admitió que se siente satisfecho con la portavocía del grupo y llevando el área de Relaciones Institucionales y de Gobierno Interior. No obstante, Santos reconoció que la vuelta de Martínez "generó controversias", incluso "distintas opiniones dentro y fuera del seno del partido socialista", según concluyó.

En cualquier caso finalmente el gobierno socialista en minoría, con diez diputados, aceptó las condiciones para la vuelta de Martínez que pasaban por ser vicepresidente de la Diputación de Lugo y responsable de la ahora bautizada como Área de Gestión Territorial, es decir, la delegación de Vías y Obras y el Parque Móvil. El acuerdo se sustenta sobre las mismas condiciones que impuso en su día, en octubre de 2015, para suscribir la moción de censura que logró desalojar del gobierno a la popular Elena Candia, pero que entonces no se llegaron a cumplir. El BNG había rechazado que Martínez formase parte de la Junta de Gobierno por estar imputado. Desde entonces, como diputado no adscrito bloqueó en diversas ocasiones las decisiones de gobierno del presidente de la Diputación, el socialista Darío Campos.

El BNG había abandonado su pacto de gobierno con el PSOE en la corporación provincial lucense después de que los socialistas pactaran en 2016 con populares y con el alcalde díscolo los presupuestos de la institución.