La oposición dio un suspenso a los 100 primeros días de gobierno de Feijóo en los que se constató que es un presidente de la Xunta "débil" y "sumiso" a los intereses del Gobierno.

"Actúa como recadero del Ejecutivo de Madrid", sentenció el portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, quien lamenta que Feijóo se comporte más como "un delegado del Gobierno" que como "el presidente de un país". En su opinión, esto quedó evidenciado porque no supo hacer frente a su propio partido para que se transfiera la AP-9 a Galicia y tampoco "fue capaz de sacar adelante los plazos comprometidos" del AVE. Villares destacó que en estos 100 primeros días de legislatura En Marea ha constatado que "existe una alternativa" al Partido Popular, basada "no solo en criticar, sino en proponer" a través de "una forma diferente de hacer política" con "propuestas para crear una economía productiva" que genere "empleo con derechos".

Para el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, los 100 primeros días de gobierno demostraron la "falta de sintonía" entre Feijóo y el Gobierno central. "No solo respecto al AVE o la AP-9, sino también en la oferta de empleo público de la Xunta", aseguró en alusión a la paralización de las oposiciones de educación por el Ejecutivo central. "El titular de la Xunta no tiene proyecto y una capacidad de gestión por debajo de los mínimos exigibles", señaló.

El BNG, a través de su portavoz parlamentaria, Ana Pontón, criticó que Feijóo se presente como "militante de Galicia" cuando el Gobierno central "boicotea" a los gallegos. También advirtió de que el presidente de la Xunta le "sale caro" a los ciudadanos y como ejemplo puso el "boicot" a la comisión de investigación de las cajas de ahorro. Pontón se refirió además al accidente ferroviario de Angrois, en el que fallecieron 80 personas y hubo más de un centenar de heridos en 2013: "Acabamos de ver como, si tratamos de conocer la verdad sobre el siniestro, el Gobierno, lo que hace, es boicotear que pueda haber una comisión de investigación". Y el tercer boicot, en su opinión, lo constituye la financiación autonómica, al considerar que el Gobierno central obstaculiza un concierto económico para Galicia, el cual permitiría a los gallegos, disponer de "3.500 millones de euros más" para "blindar" sus servicios públicos. Por todo ello, insta al Gobierno capitaneado por Feijóo que "deje de boicotear a Galicia" y "se ponga realmente a trabajar en la defensa de los intereses de Galicia".