Un nuevo intento para reclamar el traspaso a Galicia de la Autopista del Atlántico (AP-9). El Parlamento gallego aprobó ayer por unanimidad la proposición de ley que reclama la transferencia de esta vía de comunicación, iniciativa que ahora se elevará al Congreso y que, para que prospere, necesitará el apoyo de la mayoría de los diputados en las Cortes y también del Gobierno central, dado que el cambio de titularidad deberá hacerse mediante una ley orgánica.

Esta reivindicación ya fracasó en el pasado varias veces. La última, a finales del pasado año, cuando el Ejecutivo de Rajoy vetó la propuesta -también aprobada por unanimidad en el Parlamento gallego- alegando que la AP-9 pertenece, por su conexión con Portugal, a la red estatal de carreteras y porque además interpretaba que las arcas del Estado tendrían que asumir todos los costes asociados al traspaso.

Así que el Parlamento gallego, para intentar sortear el veto del Ejecutivo central, decidió consensuar un nuevo texto en el que se retira el plazo fijado de seis meses para efectuar la transferencia a la Xunta y se deja claro que el cambio de titularidad no supondrá ningún incremento de los créditos ni disminución de los ingresos previstos en los presupuestos estatales en vigor.

Todos los grupos de la oposición reprocharon al PP gallego que votase a favor tanto en la anterior ocasión como en ésta y que el partido en Madrid votase en sentido contrario y que impidiese la tramitación de la propuesta.

En la defensa de la proposición de ley, el PP quiso dejar bien claro que se reivindica la titularidad de la AP-9 para Galicia, sin que eso suponga la supresión de los peajes. "No se puede engañar a los gallegos", advirtió el diputado popular Martín Fernández. En todo caso, la explotación comercial de la autopista seguiría en las mismas manos que ahora.

"A pesar de los matices y de las diferencias esperemos que este acuerdo unánime sirva para conseguir cuanto antes la transferencia", proclamó Fernández Prado, que confió en que la nueva redacción y con el apoyo de nuevo firme de todos los grupos del Parlamento gallego "el Gobierno tendrá menos argumentos para decir que no".

Oposición

Pese al acuerdo, tanto En Marea como el BNG se emplearon a fondo en criticar al PP y ambos dudan de que el partido mayoritario mantenga la misma posición en Madrid en el Congreso, dado que hasta ahora se opusieron al traspaso.

El portavoz de En Marea, Antón Sánchez, afeó el "negocio" que en 2004 hizo el PP al ampliar la concesión de la AP-9 "a precio de amigo". Acusó además al PP en el Congreso y al Gobierno de Rajoy de utilizar "mentiras y manipulación" para vetar el debate parlamentario de la anterior propuesta.

"Espero que ni el PP de Madrid ni Mariano Rajoy den un portazo otra vez a la transferencia con mentiras y falsedades", reclamó la líder del BNG Ana Pontón, para quien el "veto" a debatir esta iniciativa fue "un acto de desprecio" no tanto al Parlamento, que la aprobó por unanimidad, al igual que hoy, "sino a Galicia y a los gallegos que pagan cada día los peajes".

Para el portavoz del PSOE, Xoaquín Fernández Leiceaga, el traspaso permitirá mejorar la gestión de la autopista, que a día de hoy presenta "deficiencias e insuficiencias". Tachó además de "error mayúsculo" y de "negocio ruinoso" la ampliación de la concesión aprobada por el Gobierno en 2004 y apeló por hacer un esfuerzo en la reducción de peajes.