Prohibir el cultivo de patata en los 31 ayuntamientos gallegos afectados por la polilla guatemalteca -13 en A Coruña y 18 en A Mariña lucense-, destruir las cosechas infectadas y desinfectar los almacenes. Son algunas de las medidas del decreto de Ministerio de Agricultura aprobado el pasado viernes. Las comunidades en las que se ha detectado el insecto -Galicia y Asturias porque Canarias lleva luchando contra la plaga desde 1999 tras perder el 50% de la cosecha- deberán aprobar en los próximos días una norma complementaria para las áreas afectadas. La Xunta y el Principado pedirán al Gobierno central que las ayudas que reciban como indemnización los agricultores por la destrucción de lotes de patata infectados sean homologables en ambas autonomías.

Sobre estas compensaciones se pronunció ayer el sindicato Unións Agrarias (UUAA) que reclama al Gobierno gallego "voluntad presupuestaria" para atajar esta plaga con mayores cuantías que incluyan el lucro cesante -las ganancias que se pierden por no plantar o por los lotes destruidos en fincas y almacenes- y que calculan que deberían rondar los 3,5 millones de euros.

La Xunta ya pagó entre 2015 -cuando se detectó en Ferrol- y 2016 unos 30 céntimos por kilo por los 6.800 kilos destruidos en ese periodo en la comunidad. La Consellería de Medio Rural destinó a esta y otras plagas 100.000 euros del presupuesto total de dos millones para sanidad vegetal. Desde el departamento autonómico afirman que esta partida se aumentará porque las indemnizaciones para los afectados por la polilla serán cofinanciadas por la Consellería y el Ministerio. El secretario xeral de UUAA, Roberto García, critica sin embargo, que la partida que reservó la Administración autonómica a ayudas por esta problemática apenas llegó a los 6.000 euros.Medidas restrictivas

La organización agraria denuncia que solo con "voluntad" no se va a lograr que las medidas restrictivas para evitar la plantación se lleven a cabo. "Si se repiten las mismas medidas que en los dos últimos años sin una cuantía presupuestaria suficiente no habrá ningún resultado", advierte García, quien añade que Medio Rural debe sufragar los gastos "derivados de su mala gestión" porque "no tenía porque haber ningún productor que hubiese comprado semilla o plantado patata" este año.

Los agricultores alertan de que aunque la polilla guatemalteca se ciñe ahora a la cornisa cantábrica a zonas limítrofes con el mar, "una mutación podría provocar que la plaga saltase al interior, lo que sería muy grave porque no hay controles químicos que permitan su erradicación". El responsable de Agricultura de Unións Agrarias, José Ramón González, se muestra confiado de todas formas de que la plaga no avance porque si eso ocurre implicaría el cierre de fronteras de España a la exportación, lo que sería "muy grave para Galicia" que dirige gran parte de su producción a Portugal.

Por eso, insiste en que no se puede "racanear" en ayudas. Critica que solo se compensará a los que aparecen en el registro de afectados de la Xunta, que según sus cálculos solo representan el 7% del total, y no a los agricultores que por responsabilidad y decidieron cumplir las recomendación de no plantar de Medio Rural a la que ahora obliga el ministerio en los 31 concellos gallegos infectados.

Por ahora son zonas de autoconsumo pero el sindicato emplaza a que la Xunta pida a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) un seguro específico sobre la plaga que pueda afectar a profesionales del sector.