El refuerzo del control fiscal a los emigrantes y la salida de gallegos al exterior desde que comenzó la crisis están detrás de que cada año aumente el dinero que Hacienda recauda a los no residentes.

Y este incrementó marcó una cifra récord en 2015 al alcanzar los 89 millones. Nunca antes se había logrado esta cantidad y supone que el dinero recaudado a este colectivo se haya disparado un 63% desde el inicio de la crisis. En 2007 la cifra había sido de 54,4 millones.

En estos momentos en los que el Estado necesita elevar la cuantía de lo que recauda para conseguir reducir el déficit y cuadrar las cuentas, el Ministerio de Hacienda busca recursos en cualquier sitio.

Y uno de ellos es el grupo de los no residentes: contribuyentes que aunque no vivan en Galicia obtienen rentas en territorio nacional, ya sea por dividendos por tener acciones de empresas; intereses por el dinero que tengan en cuentas bancarias o por vender o alquilar una propiedad.

El aumento de la recaudación se ha producido por dos factores. Por una parte, Hacienda ha elevado el control fiscal sobre este colectivo en los últimos años.

Coincidiendo con el inicio de la crisis, el Estado incrementó a partir de 2007 las verificaciones sobre los beneficios y bienes que los emigrantes poseen en la comunidad.

Desde ese año, Hacienda exige a las entidades bancarias que le comuniquen toda la información referente a las cuentas corrientes, imposiciones a plazo o créditos concedidos a este grupo de contribuyentes.

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Este cruce de información ha surtido efecto y es el principal motivo por el que los ingresos por el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR), que es la declaración de IRPF para los contribuyentes que no residen en España, haya crecido durante los últimos ejercicios.

La segunda causa de este incremento de la recaudación se ha debido a la crisis y está relacionada con el aumento de gallegos que se han ido a vivir al extranjero.

Al crecer este colectivo, también ha subido la aportación de los no residentes a las arcas del estado.

Según los últimos datos del padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE), hay más de medio millón de gallegos (503.840) que viven en el exterior. Son 120.000 más que en 2009.

Desde que comenzó la crisis, más de 70.000 gallegos han abandonado la comunidad para ir a vivir a otros países. Es como si desapareciese casi un tercio de la población de la ciudad de A Coruña.

Tanto el refuerzo del control fiscal a los no residentes como la salida de gallegos al exterior comenzaron a notarse en la recaudación a partir de 2011. Entonces aumentó hasta los 64,7 millones. Dos años después subió hasta los 82,1. En 2015 se batió el récord con 89 millones.

Si en Galicia los ingresos totales del IRNR crecieron un 2,8% en 2015, a nivel nacional se produjo un incremento del 15,5%, hasta los 1.639 millones.

Esta subida llegó tras el ligero aumento del 0,2% en 2014 y las caídas en los tres ejercicios anteriores: 17% en 2013; 16% en 2012 y 20% en 2011.

A pesar de esa necesidad del Estado de obtener más recursos, la partida con la que se grava a los no residentes no creció en todos los territorios.

En tres de las 17 comunidades la presión fiscal sobre este colectivo cayó en 2015: 30% en Aragón, 2,3% en Castilla y León y 0,3% en La Rioja.

Por el contrario, las mayores subidas fueron en Cantabria (102%), Navarra (52%) y Extremadura (45%).

En cifras totales, la clasificación la lidera Madrid con 693 millones, seguida de Cataluña con 335 y Andalucía con 127. Galicia ocupa la séptima posición con 89 millones.

En 2013 llegó a ser la segunda comunidad que más había elevado la recaudación fiscal a los no residentes con un 19,9%.

Solo le superó Canarias con el 49%. En 2014 fue la cuarta que más recaudó a este colectivo: 86,5 millones. Por delante de ella solo se situaron Madrid (670 millones), Cataluña (256) y Andalucía (121).