La abstención de los 12 diputados provinciales del PP y de los del BNG permitió al gobierno de la Diputación de Lugo, que preside el socialista Darío Campos, sacar adelante el presupuesto de la institución para el año en curso, unas cuentas que incluyen un plan único de ayudas para los 67 municipios lucenses, dotado con 20 millones de euros, que serán repartidos mediante criterios "objetivos".

En su intervención en el pleno extraordinario, la diputada de Economía, Mayra García, recordó que los presupuestos de la institución ascienden a 84,8 millones de euros y que el 52% de esa cantidad, 44,5 millones, irán destinados a inversiones en los tres pilares que el gobierno provincial considera prioritarios: empleo, infraestructuras y bienestar social. Recordó que el presupuesto aprobado ayer en el pleno permite mantener a cero la deuda financiera de la institución y respetar "la regla de gasto y los objetivos de estabilidad presupuestaria".

En cuanto al plan único de ayudas a los municipios de la provincia, Mayra García recordó que los veinte millones serán repartidos entre todos los ayuntamientos de Lugo de acuerdo con "criterios objetivos" que fueron aprobados en su momento en el seno de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), mientras que, en cuanto al destino de ese dinero, subrayó que el gobierno provincial respetará "la autonomía" de las administraciones locales. García también aprovechó para pedirle al PP que aplique los mismos criterios "objetivos" de reparto que incluye ese plan único de ayudas en las instituciones en las que gobierna, porque no lo hace "en la Diputación de Ourense ni tampoco en la Xunta".

Por su parte, la portavoz del grupo provincial del PP, Elena Candia, afirmó que el gobierno socialista "acierta cuando escucha a la oposición" y destacó el "esfuerzo" que hicieron populares y nacionalistas para que este presupuesto saliese finalmente adelante. Quiso felicitar a todos los grupos políticos por "este acuerdo", porque a su juicio hace que la Diputación de Lugo esté "más próxima" a una institución que presta "asistencia económica a los ayuntamientos" y gobernada "para la mayoría" y no solo para beneficiar "a unos pocos". También afirmó que no se trata de "un cheque en blanco" para el gobierno provincial, porque a su juicio estas cuentas "pueden ser mejoradas".

El portavoz del BNG, Xosé Ferreiro, dijo que la "política emocional" le decía a los nacionalistas que dejasen solo a Campos, por pactar el pasado año el presupuesto a sus espaldas, pero al final optaron por un postura más constructiva, porque ese plan único de ayudas "tiene muchas ventajas".