Con el mar como telón de fondo, Javier Fernández, presidente del Principado de Asturias, tenía en bandeja inspirarse en Martín Codax para vestir la bienvenida a su homólogo cántabro, Miguel Ángel Revilla, a la Macrorregión de regiones del Suroeste de Europa (Resoe), que Galicia, Castilla y León y el norte de Portugal fundaron en 2010 y en la que cuatro años después entraron la comunidad asturiana y las localidades del centro luso.

La firma de la adhesión oficial de Cantabria ayer en la Universidade de Vigo "bien merecería una cantiga de amigo", en palabras de Fernández. Porque todos se esforzaron en dejar claro que, como "amigos y vecinos", es más lo que les une que lo que les separa. El grupo de los Atlánticos frente a un Mediterráneo más acostumbrado al mimo institucional.

Y por eso nadie disimula que lo suyo es un lobby, en "el buen sentido de la palabra", para lograr más recursos de la UE a partir de 2021; pero también para que las autonomías españolas más afectadas por el "invierno demográfico" jueguen sus cartas en la reforma de la financiación en España.

"La financiación del Estado del Bienestar debe contemplar el coste real de los servicios para que todas la personas puedan acceder en condiciones de igualdad, independientemente de su edad o donde residan", reclama una vez más Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta. Ahora que el desafío del envejecimiento es "una cuestión de Estado" tras la cumbre del Gobierno con los responsables autonómicos para arrancar con la reforma de los criterios con los que se reparten los fondos estatales, nadie quiere que el eterno problema caiga en el olvido y advierten de que estarán "vigilantes".

Aunque el foro de la Resoe transciende la reforma del sistema español de financiación, los cuatro presidentes regionales españoles usaron el encuentro de ayer para incidir en sus reivindicaciones. "No se pueden desaprovechar las ocasiones", justificó Javier Fernández, antes de pedir disculpas a los máximos responsables de las comisiones de Coordinación y Desarrollo Regional del Norte y el Centro de Portugal, Fernando Freire de Sousa y Ana Abrunhosa. El envejecimiento, subrayó Feijóo, es "la mayor amenaza a la que deben hacer frente los territorios para mantener su modelo de bienestar".

El jefe del Ejecutivo gallego insta a ser "honestos" con la sociedad. "Es un problema cuya solución ni es inmediata ni total, ya que el envejecimiento de la población viene para quedarse y debe ser tenido en cuenta como un trazo singular de las sociedades que, como las nuestras, lo padecen", explica.

"Queremos y vamos a vincular los retos demográficos a otro debate interno -incide igualmente Juan Vicente Herrera, el presidente leonés-, que es el de la financiación autonómica y local".

"No se puede repartir en función de la población porque no en todos los lugares cuesta lo mismo. Tenemos maestros en pueblos con 40 personas a las que hay que llevarles carreteras y luz", apunta Miguel Ángel Revilla.

Los retos del envejecimiento y la dispersión de la población serán la prioridad entre los cinco asuntos -"Pocos, pero no son proyectos ambiguos", remarca Ana Abrunhosa- en los que la macrorregión del suroeste europeo divide sus trabajos y su lucha para desempolvarse de la leyenda de la periferia.

La Xunta se encargará de dirigir el grupo dedicado a la educación superior para aprovechar las sinergias entre la veintena de universidades asentadas en el territorio de la Resoe, con una especial mención al apoyo a la Conferencia de Rectores y el programa Iacobus para la movilidad académica a uno y otro lado del Miño.

Habrá otro grupo centrado en el turismo y sus oportunidades de empleo, enfocado, sobre todo, a la promoción conjunta de los caminos de Santiago; otro para avanzar en la competitividad empresarial, que tendrá como joya de la corona al sector de la automoción; y un quinto para los transportes y la logística.

Los dirigentes de la macrorregión coinciden en que el ferrocarril es el medio del futuro. De ahí su apuesta por el Corredor Atlántico -el gran ausente del plan de transporte de mercancías de Fomento para lograr recursos europeos-, "un eje logístico fundamental", según Feijóo, "sin que eso sea contradictorio con la defensa del Corredor del Mediterráneo".

El presidente asturiano reivindica la unión por tren de Portugal hasta la frontera francesa para "anudar los grandes puertos de la fachada atlántica". Y Revilla va incluso más allá y exige un "corredor cantábrico", desde Fisterra, como cuadratura del círculo.

El Máster Plan de este grupo de trabajo recoge 142 actuaciones para fomentar el transporte intermodal entre las regiones del Resoe "y para cuyo desarrollo es esencial aprovechar el Conectar Europa", el instrumento de financiación europeo orientado a la mejora de infraestructuras.

"Estamos unidos desde hace muchos siglos. Tenemos el mismo mensaje. Exactamente el mismo. Por eso estamos aquí con convicciones -resume Feijóo-. La periferia ya no se mide por la distancia a la capital de un país, sino por su capacidad para cooperar con otros y situar lo compartido en una sola agenda"