La tercera asamblea de Anova respaldó con un 82,3% la única candidatura presentada para renovar su dirección, que si bien no fue capaz de congregar las diferentes corrientes del partido, sí ha logrado un amplio apoyo en torno al diputado autonómico Antón Sánchez, el hombre que la encabeza y que está llamado a convertirse en el nuevo portavoz nacional de Anova, aunque para ello habrá que esperar al 1 de abril. Será entonces cuando releve de facto en el liderazgo al alcalde de Santiago, Martiño Noriega, y a Xosé Manuel Beiras, quien ayer consumó un nuevo acto de su retirada efectiva de la política.

El sistema de votación era por listas desbloqueadas, es decir, se permitía escoger nombres dentro de la propia candidatura sin votarla al completo. Así, los portavoces nacionales salientes, Beiras y Noriega, fueron los más apoyados, con 160 y 158 votos, respectivamente. Por su parte, Antón Sánchez, el tercero más apoyado, aglutinó 156 votos de los 164 emitidos en las votaciones en urna.

La asamblea, celebrada en Pontevedra, sirvió también para homenajear a Beiras como fundador de Anova, quien reconoció que el proceso de constitución de En Marea para acudir a las elecciones autonómicas generó problemas internos en su partido. En su intervención de clausura, Beiras dio por cerrado su epílogo político, pero poniendo deberes a su formación. "Anova tiene que ser el auténtico motor nuclear de En Marea, pero sin controlarla, y evitando que este movimiento se guíe únicamente por el calendario electoral, ya que ha llegado de dar la batalla en la calle", dijo.

A pesar de los esfuerzos realizados por la candidatura oficial, no fue posible aglutinar en dicha lista las sensibilidades encontradas en la formación, que divergen, sobre todo, en el hecho de cómo encarar las alianzas con otras fuerzas en el camino de la unidad popular. No obstante, la corriente crítica de Anova, que representan el diputado de En Marea Davide Rodríguez y la parlamentaria en las Cortes Alexandra Fernández, descarta que el partido vaya camino de la escisión, aunque no estén de acuerdo con la composición de la futura dirección por no ser más integradora ni representativa del elenco de Anova.

Una intervención de Beiras a media tarde terminó en una bronca y posterior pelea con patadas y empujones entre jóvenes de Xeira, afines a la FPG, y exmilitantes de esta organización independentista integrada en Anova. Durante el debate de una enmienda de los críticos a las tesis oficiales, Beiras pidió la palabra para defender su trayectoria nacionalista y reclamar el aperturismo de la formación para superar las fronteras entre los que se consideran soberanistas y los que no.

Desde el público, un militante increpó la tesis de Beiras en favor de la unidad popular, por lo que fue llamado al orden y al mismo tiempo provocó la reacción de miembros de Xeira contra los exmiembros de la FPG que reprobaban las palabras de Beiras. La discusión subió de tono y se llegó las manos y a las patadas entre un gran grupo de personas que tuvieron que ser separadas, entre otros, por el alcalde de Santiago, Martiño Noriega.

Tras su intervención, Beiras recibió una gran ovación y se abrazó a Méndez Ferrín, histórico dirigente de la FPG.