El Catastro completará este año el proceso de regularización de inmuebles ocultos que inició en 2013. Tras haber aflorado más de 212.000 bienes en un total de 171 concellos, los técnicos prevén terminar este año el rastreo en los 144 ayuntamientos restantes, 44 de ellos en la provincia de A Coruña. El objetivo es destapar nuevas construcciones, ampliaciones, rehabilitaciones, cambios de uso, naves agrarias y hasta piscinas sin declarar para que abonen el IBI correspondiente. Los afectados por la revisión de 2017 sufrirán los efectos del llamado catastrazo el próximo año, cuando vean incrementado de media en 115 euros lo que pagan al consistorio por este impuesto, mientras que los propietarios de los bienes regularizados el ejercicio pasado en 79 concellos notarán ya la subida en los recibos de esta anualidad.

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