No hay día en las carreteras gallegas que no sea sorprendido un conductor con una copa de más o tras haber consumido alguna sustancia estupefaciente. Ante el elevado número de positivos detectados en Galicia -es la segunda comunidad en denuncias por alcohol al volante y la tercera por drogas-, el Subsector de Tráfico en Lugo puso en marcha ayer un dispositivo masivo de control de consumo de alguna de estas sustancias. En solo dos horas que estuvo desplegado el operativo, entre las seis y media y la ocho y media de la mañana, los agentes interpusieron un total de 35 denuncias por infracciones al volante, cuatro de ellas por la presencia de drogas o estupefacientes en el organismo.

El dispositivo se llevó a cabo en el punto kilómetro 538 de la A-6, en sentido Madrid, a su paso por Guitiriz. Uno de los conductores que dio positivo en el test de drogas es un camionero que transportaba madera. Además, durante el control le fue intervenida una pequeña cantidad de sustancias estupefacientes.

El alcohol y las drogas es una de las lacras de la accidentalidad. Un estudio pionero realizado de forma conjunta entre el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil revela que uno de cada tres conductores responsables de accidente mortal en la comunidad -bien fallecido o herido- dio positivo en alcohol (no solo había bebido sino que la tasa estaba por encima de 0,25 mg/l) o había consumido alguna sustancia estupefaciente. El porcentaje se eleva hasta el 45% si se tiene en cuenta también la ingesta de psicofármacos.

Los resultados de los controles realizados el año pasado en Galicia hablan por sí solos. Mientras los positivos por alcohol cayeron un 8%, los conductores interceptados bajo los efectos de las drogas se dispararon un 50%.