El decreto de venta directa obre el control de productos agrícolas en ferias y mercados que entró en vigor a finales de diciembre exige a los productores etiquetar los alimentos envasados y en el caso de los alimentos frescos ofrecer información por escrito sobre sus características. Más de dos años después de que la Xunta ordenase a los concellos controlar el estado en que patatas, tomates, grelos, manzanas o peras se ponían a la venta en ferias y mercados, los ayuntamientos gallegos no han tramitado sanción alguna por el incumplimiento de la normativa.

"No tenemos constancia de que se haya interpuesto multa alguna, pero hay un mayor control por parte de los ayuntamientos", aseguran desde la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). A priori, "además de los controles rutinarios, también se exige la documentación pertinente, como por ejemplo a la hora de conceder la licencia", según apuntan desde el órgano de poder local gallego, al tiempo que destacan una mayor conciencia por parte de los productores para hacer las ventas acorde a las exigencias de la ley.

Tras la aprobación del decreto por parte de la Xunta, el SLG promovió campañas informativas y de asesoramiento. El etiquetado que se exige para los productos envasados se cumple casi a la totalidad. "Es una excepción -destacan- ver productos elaborados como miel o mermelada sin etiquetar". Por el contrario, apenas se ofrece "información por escrito" sobre las características de los alimentos no envasados, tal y como exige el decreto. "La información que se suele dar en los mercados y ferias al comprador es verbal. El cartelito se usa para poner el precio a mano y poco más; es muy complicado poner información a las características de cada producto que se lleva a la feria, cuando hay muchos alimentos a lo largo del año", cuestionan desde el SLG. La normativa, según advierten, "está pensada para grandes superficies con productos estables todo el año".