La Xunta esgrimió ayer las quejas de otras comunidades reclamando un peso similar al de Galicia en la inversión estatal para ensalzar el peso relativo en las cuentas, a pesar del desplome de 440 millones respecto año pasado. El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, fijó su punto de mira en el grado de ejecución final de las partidas asignadas, pero también utilizó las denuncias de otros territorios para ensalzar la posición gallega, que logra el 11% de fondos con el 6% de población. "No vi ninguna portada donde estén contentos con Fomento. En Valencia y Andalucía quieren tener el mismo porcentaje que Galicia. Me podía quedar con que somos la segunda comunidad con mayor inversión per cápita tras Castilla y León", alegó un día después de que la oposición criticase el "recortazo" a Galicia y lo acusase de sumiso ante el Gobierno amigo de Rajoy tras atacar al Ejecutivo socialista de Zapatero cuando los fondos para la comunidad superaban los 2.000 millones.

La inversión en las comunidades se desploma este año un 22% de media, pero Galicia se sitúa 10 puntos por encima y la cuantía total baja de la barrera de los mil millones. Ante ese panorama, Feijóo alegó que otros territorios salen peor parados y justificó la puesta en marcha de una comisión de la Xunta para controlar la ejecución presupuestaria. "Los mismos que dicen que no se invierte en Galicia estarían impidiendo que se invierta en Galicia", argumentó.

"La ejecución durante alguna época del PSOE fue correcta, luego dejaron de hacerlo y por ese no cumplimos el plazo del AVE en 2015. La ejecución en los primeros años del PP fue correcta, sobre todo en 2012 y 2013. En 2015 y en 2016 bajó y eso me lleva a tomar esta decisión", justificó sobre el citado órgano, que él mismo liderará acompañado del vicepresidente, Alfonso Rueda ,y los conselleiros de Facenda, Medio Ambiente e Infraestruturas. Avaló su utilidad ante preguntas de la prensa sobre la creación órganos similares durante el bipartito y recordó que el ministro de Fomento se comprometió a informar trimestralmente del avance de la alta velocidad, comprometida para finales de 2019 sin contar con el acceso a Ourense.

El año pasado el Ejecutivo estatal gastó solo 600 millones en Galicia debido al bloqueo político y al recorte obligado de 5.000 millones para cumplir con las exigencias de Bruselas. "Acepté por coherencia y por el necesario ajuste del déficit; a partir de ahí, no hay ninguna justificación. Si se ejecuta el dinero, tendremos AVE en 2019, el proyecto de Vigo-Cercedo, avances en la autovía Lugo-Ourense, la ampliación de Rande...", enumeró Feijóo sobre el nuevo escenario. "Si no se ejecuta, el presupuesto será absolutamente decepcionante", añadió de nuevo. "Si el presupuesto es de 1.700 millones y se ejecuta el 70%, es razonable. Si hablamos de 900, más otros 100 extrapresupuestarios, necesitamos más", concluyó.

Por su parte, Alexandra Fernández, de En Marea, tachó de "indignantes" las partidas para Galicia.