Son las primeras consecuencias de la sequía que ha puesto en alerta a Galicia en pleno invierno. El campo gallego ya perdió este mes entre el 20% y 40% del forraje con el que alimentar a los animales y la cosecha de patata, uva y cereales está en riesgo. Con la mirada puesta en el cielo, el sector agrario vive con preocupación la falta de lluvias durante esta primavera y, en especial, en abril, que va camino de cerrarse como el más seco de la historia en Galicia. O llueve de manera continua e intensa durante varios días seguidos, o las campañas de este año serán una ruina para los agricultores gallegos. Ante esta escasez de precipitaciones -en abril tan solo llovió un día y el agua caída fue de apenas dos litros por metro cuadrado, frente a los 115 litros de media que suelen caer este mes-, Unións Agrarias reclama a la Xunta ayudas para financiar los seguros ante una sequía que califica de "grave".

Los seguros agrarios, según advierten los agricultores, no están adaptados ni al calendario ni a las producciones de Galicia, sino que están pensados para comunidades como Andalucía o zonas del Mediterráneo. "El periodo de contratación está descompasado con las producciones", lamentan desde UUAA, al tiempo que critican el desplome de la partida reservada para las pólizas del sector agrario. De los 7,8 millones asignados por la Xunta en 2008, se pasó a los 4, 6 millones del año pasado, lo que supone un desplome del 41%.

Los responsables de Desenvolvemento Rural y de Gandeiría de UUAA, Jacobo Feijóo y José Ramón González, respectivamente, reclamaron ayer a la Xunta una "actuación urgente" para las explotaciones que tienen problemas de abastecimiento. Entre ella, apuntan una respuesta "inmediata" a aquellas "solicitudes exprés de acceso al agua", bien mediante la apertura de pozos de emergencia o la autorización de captar aguas superficiales en cisternas. "Si la situación sigue así, en un par de meses tendremos graves problemas en todos los cultivos y sectores", advierte José Ramón González.

Desde la Consellería de Medio Ambiente, la Oficina da Seca será la encargada de evaluar en los próximos días la ocupación de los embalses, el caudal de los ríos y las previsiones de MeteoGalicia para determinar si se ponen en marcha nuevas medidas o si incluso se activa el protocolo contra la sequía.

Por el momento, según apuntan desde el departamento que dirige Beatriz Mato, el abastecimiento de agua a la población está garantizado. Para que se levante en los próximos días o semanas la prealerta por sequía, "no es solo cuestión de cantidad, sino que es necesario que llueva de forma continua y constante", insisten desde Medio Ambiente. Por ahora, las previsiones de MeteoGalicia descartan ese pronóstico.

Los periodos de sequía en Galicia se repetían con una periodicidad de un decenio (1976, 1989, 1996 y 2006). Sin embargo, en los últimos años este plazo se ha reducido, según destacan desde UUAA (2012 y 2016). "Y en el caso del campo presentan nuevas modalidades, como las sequías en primavera, y no solo en pleno verano", advierte el sindicato agrario. El cambio climático, sostienen, agravará esta situación en los próximos años, por lo que urgen la planificación y la toma de decisiones estructurales por parte de las administraciones.

En el extremo opuesto de esta situación de sequía, la nieve caída en las últimas horas en algunos puntos del país, como Asturias y Zamora, o las heladas en el interior de Galicia que también provocaron importantes daños en los viñedos. Desde Unións Agrarias, advirtieron ayer de que el desplome del mercurio durante la noche del miércoles al jueves arrasó el 100% de las vides de denominación de origen de Valdeorras y el 70% de la producción de Ribeiro y de la Ribeira Sacra.